Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 26 de marzo de 2012

Pause

Por fin quietas sus pupilas, cercadas por ese verde azulado indefinido, me miran sólo a mí.
Su boca ha quedado algo torcida, en un rictus casi cómico. La sorprendí en mitad de una frase...No importa. Su mirada, perfecta, sigue mis pasos sin un parpadeo.
Satisfecho, me dispongo a disfrutar del espectáculo cuando, sin querer, pulso el PLAY.
Inmediatamente ella gira la cabeza y acaba su frase.

6 comentarios:

Paloma Hidalgo dijo...

El poder del mando a distancia ya tiene su microrrelato!!
Me gustó cuando lo leí la primera vez, ahora más aún.

:-)

Lucas Fulgi dijo...

Muy divertido. Despierta a la imaginación...
:)

Javier Ximens dijo...

Aunque todo induce a pensar en el último gesto, hay algo en el tono de las primeras frases que no induce a la pérdida. El final lo aclara. Me ha gustado el contraste.

Pilar Arenas Nieto dijo...

Me gusta la forma en que narras el relato haciendo prtícipe al lector como si pudiera saborear el momento, ése en el que se es dueño de los recuerdos, aunque sea a través de los botones de una mando.

Unknown dijo...

Hay que hacerle unos ajustes al robot, para que no se nos quede a medias; al igual que el limpia parabrisas del coche debe terminar su función.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Mantienes la tensión para despojarle del dramatismo que estabas dibujando al final. Me gustó.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.