Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 19 de marzo de 2012

Los circos

Ilustración de Aurora Ruá



—La casa se desplomará sobre ella, la tierra se hundirá bajo sus pies, las estrellas del cielo caerán sobre su cabeza. Todas estas catástrofes y muchas más en la próxima función  "La Mujer más desgraciada del mundo". Pasen y vean. No saldrán defraudados—. Los hombres y algunos jóvenes se acercan, curiosos, atraídos por la morbosidad del espectáculo del sufrimiento ajeno. Rodean al propietario del circo que acaba de llegar al pueblo y aceptan entradas con descuento. Las mujeres comienzan a alejarse arrastrando los pies mientras se limpian el rostro con el delantal y se llevan a rastras a sus hijos pequeños. Tienen que volver a su propia función. En otros circos.


23 comentarios:

Laura dijo...

Esos otros circos, Mar, ¡cuántos de ellos podríamos encontrar rebuscando un poco!. Excelente interpretación del circo de la vida y preciosa la imágen de Aurora que acompaña tu texto.

Un abrazo.

Paloma Hidalgo dijo...

Mar, un relato sensible que esconde mucho más. Quizá por eso me ha gustado tanto.

Un beso

Miguelángel Flores dijo...

Me gusta mucho la imagen de las mujeres arrastrando los pies y limpiándose el rostro con un delantal, me parece muy, muy propio de ese otro circo del que hablas. Muy bueno, Mar. Como siempre.
Abrazos.

Deli Ruiz dijo...

Poco escrito, mucho dicho. Me ha gustado, Mar H. Mis saludos cordiales

David Vivancos Allepuz dijo...

¿Qué tendrán los circos que tanto nos fascinan? ¿La mugre, los remiendos, la amargura, la miseria? Me encantan, vaya que sí.

MJ dijo...

Coincido con Miguelángel en resaltar esa imagen tan real y cotidiana en el ámbito rural de las mujeres arrastrando los pies y limpiándose la cara con el delantal.
¡Bravo, Mar!

Abrazos.

Nicolás Jarque dijo...

Mar, excelente crítica a una sociedad, quizás más antigua aquí donde vivimos, donde la mujer aún sufre las calamidades que los hombres no.

Me ha parecido muy original que hayas presentado el relato como un espectáculo circense.

En tu línea, magistral. A seguir así.

Abrazos.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Brillante, Mar!

Una crítica hecha desde la ironía más dura, que lleva a pensar y replantearse el modelo de sociedad que entre todos mantenemos.

Un abrazo admirado.

David Moreno dijo...

Esos otros circos, aysss, aún quedan y tantos que lo permiten.
Me sorprendió y me gustó.

Un saludo indio
Mitakuye oyasin

Sara Lew dijo...

Mar, un micro genial, contado con la dureza justa, pero que esconde mucho más detrás. La ilustración de Aurora, como siempre, excelente.
Besos a ambas.

Sandra Montelpare dijo...

Mar, yo lo había votado! Y no es la primera vez que me pasa con un cuento tuyo. Esa manera impresionante que tenés para cortar... chapeau!!

XAVIER BLANCO dijo...

Mar, no hay duda que el mayor de los circos, el mas fantástico y algunas veces el mas terrible, es el de la vida. En ese los sueños tiemblan en el alambre, las ilusiones se caen del trapecio, no hay magia en la chistera. Otras, la vida aplaude gustosa, llueven palomitas, la magia nos llena de mariposas y la felicidad corretea por la pista. Así es el circo balnco, negro, todo, nada.

Me ha gustado esa imagen que nos transmites, esa carpa de luces grises, esa sintonía que destila fatalidad, "el sufrimiento ajeno" convertido en espectáculo.

Un abrazo mar, me voy a "mis circos".

El Eskimal dijo...

Pobres de nosotros, y acá la sonrisa es de tristeza, de un circo donde el rostro ya es el nuestro siempre. Muy bueno.

Mar Horno dijo...

Muchas gracias Laura, Paloma, Miguelángel, Zuni, David, MJ, Nicolás, Pedro, David, Sandra, Sara, Xavier, El Eskimal, por vuestros comentarios. NO puedo contestar como quisiera pero agradezco cada una de vuestras palabras. Es un micro muy especial, de los que no has previsto, de los que nos has pensado sino que te sale del alma solo, te lo dicta la dolorosa realidad. Un abrazo para todos. Siempre es un placer publicar en El Microrrelatista.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

¿En otros?. El el mismo aunque sea distinta función. Afortunadamente creo que va cambiando, aunque debiera hacerlo más deprisa.

Patricia dijo...

Schadenfreude! Complicados somos los humanos...
El relato maravilloso, una verdad encarada de manera profunda y que invita a la reflexion,
saludos,

María Antonia Moreno dijo...

La vida, Mar, que no deja de ser un espectáculo circense. Y esas mujeres que son como los payasos que se maquillan el rostro y se pintan la sonrisa, y en los adentros tienen el corazón anegado de lluvia...
Enhorabuena, porque creo que has sabido plasmar con acierto tu intención
Un beso.

Elysa dijo...

Maravilloso, Mar, aunque lo que evoca tu circo es toda una tragedia diaria.
Mi admiración por la manera en la que has plasmado esa lacra que nos atenaza.

Besitos

Elysa dijo...

Maravilloso, Mar, aunque lo que evoca tu circo es toda una tragedia diaria.
Mi admiración por la manera en la que has plasmado esa lacra que nos atenaza.

Besitos

Rosa dijo...

Plas, plas, plas...GENIAL MAR!!!
Un circo tristemente real.
Besos desde el aire

Mar Horno dijo...

Cybrghost, Patricia, MªAntonia, Elysa,Rosa, os agradezco vuestros comentarios y me alegra mucho que os haya gustado. Es un micro muy, muy especial. Un abrazo para todos.

Manu Espada dijo...

El público siempre disfruta con las tortas de los payasos, los enanos, los deformes, en definitiva, la desgracia de otros, en este caso de mujeres desgraciadas. Muy bueno, Mar. Un abrazo.

Mar Horno dijo...

Muchas gracias Manu, la verdad es que la desgracia, da mucho morbo pero cada vez conmueve menos. Un abrazo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.