Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 29 de agosto de 2011

Una pareja casi perfecta...


Literalmente,  acababa de ser “arrancado” del pecho de su amada por una cuestión práctica...
En muy poco tiempo, apenas unas horas después de despedirse para siempre de la compañera de tantos años, se vio abocado a una relación forzada, impuesta… Embriagado por un dolor tan intenso, poco podía hacer en contra de los planes fijados.

Según el test de compatibilidad -realizado "a sus espaladas"- le fue adjudicada la pareja perfecta. No podía ser más perfecta. Joven, guapa, y atlética: una triunfadora con posibles… 

La primera cita se planeó concienzudamente. Todo debía estar cronometrado para que resultase perfecto.
El frío, la asfixia, el miedo, la soledad o la pena inmensa, le mantenían aterido, casi paralizado. 

Cuando consiguió salir del sopor en que se encontraba y, entendida la nueva situación, decidió tomar el control; "parar en seco"… y dejar de latir…
-… “Algo va mal”… Carro de paradas… Carga a 200… ¡Fuera!... Carga a 250…. ¡Fuera!... Carga a 300… ¡Fuera!...  ¡Se nos va!...
- Hora de la muerte… 16:10.


Towanda

14 comentarios:

Sergio DS dijo...

Eso es partir un corazón, lástima no poder reanimarlo.

Unknown dijo...

La mente se ve rebasada en algunos cuando atañe al corazón.
Más hay especies resistentes que se sobreponen a todo, sabiendo dejar atrás lo que no se pudo controlar.
Somos reguladores de nuestra salud mental.
Al momento del infarto, hay que serenarse e inspirar el aire pena y lentamente para regular, y tomar una aspirina de ya y acostarse y relajarse y tomar control cerebral para no dejarse morir.
Hay quienes no lo logran.

Towanda dijo...

Gracias chicos, Sergio y Carlos, a los dos.
¿Os habéis imaginado alguna vez que un órgano que va a ser trasplantado se negara a ello?...
Éso es lo que le ocurrió a este corazón.
Un abrazo a los dos.

Marisa dijo...

Muy interesante!

que tengas un lindo día.

Victoria dijo...

Gracias amigo Humberto por llegar a mi blog el escondite de las golondrinas
Hace bastante tiempo que yo llegué a este tuyo y me quedé acompañandote,solo que no te habias fijado en mi
Si deseas seguirme en cualquiera de mis blog,en particular este que nombro los seguidores están casi a lo ultimo de la páguina pasado el reloj del tiempo ese reloj que marca nuestro corazón
Abrazos Victoria

Towanda dijo...

Victoria: Yo no soy Humberto... soy Towanda.

Anónimo dijo...

Hay corazones que no mueren de infarto.
Hay que reanimarlo siempre.

Javier Ximens dijo...

Aunque creo en la necesidad de los transplantes, efectivamente (y de forma literaria). Si le entrego su corazón a la mujer que amaba, es legitimo decidir no ser infiel, por muy guapa que sea la nueva receptora.

Sara Lew dijo...

Me ha gustado mucho tu micro, Towanda. Sorprende ese punto de vista del corazón, "arrancado del pecho de su amada".
Un saludo.

Towanda dijo...

Marisa, Paratilibre, Ximens y Sara, muchas gracias por acercaros a comentar.
La idea que pretendí dar es la que comenta Ximens.
Un abrazo.

Alfonso Carabias dijo...

Precioso microrrelato Towanda, presenta la esencia de lo que debe ser, una historia contada con un giro a la postre y con un final amaro que le da un valor añadido al micro.

Un saludo.

Towanda dijo...

Gracias, Alfonso.
Un abrazo.

El Canto de la Luna dijo...

Los problemas del corazón a veces son muchos,y no necesariamente pararse, es morirse,a veces late pero tan dolido que parece estar muerto.
Bonita entrada .
Un abrazo.

Towanda dijo...

Canto de la Luna: ¡Qué comentario tan bonito!
Gracias.
Un abrazo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.