Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 21 de febrero de 2011

Había un dios

Había un dios tan lujurioso que inseminó a una mujer casada.
Había un dios tan goloso que en una fiesta en su honor se atragantaba con corderos sacrificados.
Había un dios tan avaricioso que ordenaba construir en su nombre templos adornados con oro y piedras preciosas.
Había un dios tan perezoso que, sin conocer el cansancio, descansaba un día a la semana.
Había un dios tan iracundo que castigaba a justos por pecadores arrasando ciudades enteras.
Había un dios tan envidioso de los fieles de otros dioses que mandaba declararles la guerra.
Había un dios tan soberbio que presumía de ser el creador de todo el universo.

Había un dios que pecaba como los hombres, pues por estos había sido creado.

16 comentarios:

Belén dijo...

Este micro me lo quedo y lo imprimo...

Besicos

Pedro Alonso Da Silva dijo...

Muchas veces he pensado que la religión nos presenta a un dios creado a imagen y semejanza del hombre. Pero aun así confío en que, algún día, el hombre desarrollará esas capacidades divinas con las que Dios le creó. Un trabajo de ingenio, tu relato. Una saludo.

Unknown dijo...

Lo muestran todas las mitologías: los hombres creamos a los dioses y éstos, como los hijos, se nos parecen

escarcha dijo...

excelente!
y creo que más de uno ya ha llegado a la conclución de que los dioses son creados a partir de necesidades que luego pueden llegar a degenerarse en banalidades y otras yerbas.
un saludo

artistalight dijo...

Glup...Quería salir en su defensa, pero no hay nada de lo que has dicho que no sea cierto :S No somos nada!

artistalight dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
artistalight dijo...
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artistalight dijo...
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Unknown dijo...

Excelente el retrato que muestras del tipo de Dios que nos ofrecen los cultos, el auténtico Dios no les interesa por no aportar a sus intereses comerciales.

Kum* dijo...

Completamente de acuerdo. De la "H" a la "o".

Besos sin Dios.

Anónimo dijo...

Si al Universo lo llamas Dios, es Dios. Si a la Naturaleza la llamas Dios, es Dios. Si a Dios lo llamas Dios, es Dios. Somos lo que creemos que somos.La realidad la pensamos y construímos con nuestros pensamientos. Ya somos grandecitos para buscar echar culpas.Por eso, si algunos creen en un Dios así, allá ellos. A mí me parece que el pensar en un ser superior todavía sigue conteniendo al hombre.Un gusto leerte, David

David Figueroa dijo...

Belén. Gracias!!! Vaya piropo me acabas de echar!
Besos.

Pedro. Buena reflexión, buena esperanza la que tienes.
Un saludo.

Dr. Krapp. Gracias!!!
Salludos.

Patricia. es de esperar que lo que creemos sea a nuestra imagen y semejanza.
Besos.

Escarcha. Gracias, coincido con lo que dices.
Un saludo.

Artista. Jejeje... me quedo con la intriga de saber que había en tus otros comentarios.
Un saludo.

Carlos. Justamente uno de los grandes problemas de la humanidad ha sido la imposición de dioses de unas culturas, vistos cada uno como el auténtico, sobre los de otras.
Saludos.

Kum. Me alegra que estés de acuerdo.
Besos, sin dioses.

Millz.Que cada cual tenga su dios -llamándolo de cualquier forma- me parece perfecto, mientras no traten de imponérselo a los demás.
El gusto es mío.
Saludos.

bicefalepena dijo...

Se pasa mucho tiempo hablando de lo que no existe, en fin, unicornios azules perdidos. Somos escritores, no lo podemos evitar.

Un abrazo

Rosana dijo...

Amén hermano!!!

Yo también me lo imprimo el micro.
Te ha quedado muy bien esa manera de contar como por versículos, imitando la biblia.

Abrazo

Anita Dinamita dijo...

Genial, David
Me gusta, me gusta, me gusta, está muy claro todo lo que dices!
abrazos

David Figueroa dijo...

Bicefa. Esa es una muy buena explicación ¿Quién es el verdadero creador?
Un abrazo.

Rosana. Amén, hermana!!! Jejeje. Simplemente enumeré los pecados capitales. ;)
Abrazos.

Ana. ;)... Gracias!
Besos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.