Tla-tla-tla ...cerca de las tres de la mañana otra vez ese monótono sonido sobre el techo de mi habitación, ¿quién será? Me lo imagino sentado al lado de la puerta de mis sueños…¿quién será? Y me dije, “ancha y larga es la entrada y salida de la vida: sales y entras o penetras y apareces”. Pero este acceso, ¿cuál es? Cuando te quedas sentado y piensas, actúas de manera espontánea, sin miedos; y has logrado conseguir disfrutar cada momento, nada te importa y te conviertes en el guardián del tiempo; no hay interés en juzgar al que entra o al que sale, y sus acciones te tienen sin cuidado. Te quedas ahí sentado bajo tu sombrero, y te dan ataques frecuentes de sonreír con los ojos desde el corazón. Que las cosas pasen porque tienen que pasar y punto. Esa habilidad de preocuparse por todo se ha desvanecido. ¿Y el conflicto? Al diablo con él. Que si el que viene se detiene antes de entrar, cavila, retrocede, qué importa. Tla-tla-tla...Ahora caigo en cuenta: soy un mero personaje de este microrrelato aburrido que escribe este tonto microrrelatista y que no logra terminar. Si al menos se muriera, podría escribir un poco mejor y yo podría dormir en paz, o salir de una vez por toda de este cajón.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
martes, 18 de enero de 2011
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
5 comentarios:
Yo se de unos cuantos que viven guardados en mis cajones. Poco a poco irán saliendo para hacerte compañía en esas noches de insomnio.
Besitos sin principio ni fin.
Me quedo pegado de impresión como estamos en la misma frecuencia el género de cuento, en cuanto al tema ESCRITOR, curiosamente el mío también escribe idioteces, no sé si me alcancé a ver en un espejo interno o fuí víctima de un ataque de honestidad.Por lo menos tomé un camino igual al tuyo e hice el intento de divertir al respetable.
Muy complicado el esfuerzo por lograr transmitir a los lectores.
A ver en que acaba ,espero en unos momentos ya llegue al final pues voy en el tipo de escritura que practicamos los muy extremos al vernos envueltos en una caída al barranco.
Eso es asi, Carlos, te entiendo. Hola, R. tuya. Gracias.
Bueno, al final sabe entonces el secreto de la vida, de su vida.
Un abrazo, Héctor.
Aún cuando está desanimado, escribe con gran calidad :)
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