Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 13 de enero de 2011

OBJETIVOS DE VIDA CUMPLIDOS

-Una semilla en esta tierra desolada. Eso plantaré aquí mismo mañana- dijo Esteban en voz alta sujetando a su hijo en brazos y con su libro de cuentos, recién editado, en la otra mano. -Ahora, seguro, todo irá bien- concluyó.

13 comentarios:

Torcuato dijo...

Cumplió el refrán.
Muy bonito.
Besos, Maite

bicefalepena dijo...

¿Habrá más objetivos que cumplir después de todos.... no?

Un abrazo

Sara Nieto dijo...

Muy bonito Maite. Perfecto como propósito para comenzar el año.

Yo llevo uno de los tres cumplidos, bueno dos si contamos las plantas que siembro en mis maceteros. Me falta "parir" el tercero pero ya se verá. Menos mal que para eso no hay "reloj biológico". ;-)

Saludos,

Sara

Sergio DS dijo...

¿y ya está todo hecho?
hay que cuidar a ese árbol, mimarlo, regarlo, orientar al niño, quererlo, educarlo, seguir pensando, sintiendo, escribiendo.
El refrán se queda cortísimo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Maite: supongo que, de cumplirse, el último sería su mejor logro.

Saludos.

Maite dijo...

Torcuato: eso parece, le quedaba uno y fue a por él ;)


Bicefalepena: por supuesto que sí!!! creo que esto es sólo una metáfora.


Sara: jajaja, tienes razón para algunas cosas hay que darse prisa, para otras, es mejor hacerlas a conciencia. Besos.


Sergio: efectivamente, tú mismo has dado la solución, son tres ejemplos de cosas a hacer, cosas que hay que cuidar, cosas a las que hay que dedicarles tiempo, cosas que te reportan satisfacciones...en definitiva, a mi entender, este refrán refleja una metáfora de dar importancia a las cosas verdaderamente importantes. Es mi visión.


José Manuel Soto: cada día que pasa, uno hace grandes logros, o al menos debe intentarlo. Ese último sería más que un logro, un sueño, una ilusión cumplida ;) Abrazos.

HÉCTOR LUIS RIVERO LÓPEZ dijo...

Hola, Maite, un beso. Si, es un refrán relativo y con diversos enfoques depende de quien los cumple.

Unknown dijo...

Coincido con Sergio, el personaje se apresura en dar los objetivos por cumplidos: queda mucha tarea pendiente.
Un beso Maite

Unknown dijo...

Bien por el cumplidor de refranes,aunque a éstos hay que actualizarlos, hoy por hoy,también debemos proteger a las abejas y las aves.
No hay que olvidar que cada uno somos seres en extinción, nuestro único turno puede ser ahora.
Besos.

Lola Sanabria dijo...

¿Y luego qué? Da un poco de yuyu eso de cumplir todos los objetivos de vida. Parece que no queda nada más por hacer. Sin embargo tú lo terminas con un todo irá bien que da esperanza y un nuevo objetivo, seguro, que cumplir.

Besos al cuadrado.

puri.menaya dijo...

Y luego hay que seguir, como ´han dichopor aquí. Con más árboles, más n´ños y más libros y mimándolos a todos

Maite dijo...

Héctor: Hola!! eso es, yo creo que los tres objetivos es sólo una representación de miles de cosas, como lo de perdonar hasta 70 veces 7, que tal vez el resultado sea un número infinito.


Patricia: yo creo que cumple las metas que se ha impuesto, y que a partir de ahí, va a seguir con fuerza cumpliendo más metas, aunque tal vez más relajado, sin tanta ambición.


Carlos de la Parra: buen análisis. Todos somos seres en extinción, eso me ha gustado como premisa para cuidar de verdad al de al lado y a uno mismo.


Lola Sanabria: así es, Lola, esto no es más que el final de algo que provoca un nuevo inicio, cuando uno consigue las metas que se ha propuesto, se pone la capa de superman y tal vez ahora sea ese momento en el que está preparado para hacer grandes cosas, por uno mismo, y por los demás.


Puri: eso es, llegar a lograr que tu vida sea un bosque, de amigos, de libros, de familia, de viajes, de ...

Pilar dijo...

Guau, Maite. Como siempre me dejas sin palabras.
Un abrazo

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.