Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 17 de enero de 2011

COMPAÑERO VÍCTOR

En Primaria, tuve un compañero al que nadie quería. Era un niño triste que evitaba el contacto con los demás y pasaba los recreos en un rincón del patio de la escuela. Faltaba mucho a clase porque sufría continuos accidentes y cuando volvía, la maestra repetía para él las lecciones que habíamos dado. Un día, al explicarle el nombre abstracto, le puso como ejemplo el amor de los padres hacia los hijos; luego le preguntó si había comprendido lo que era un nombre abstracto. Él, sin levantar la cabeza, la movió de arriba abajo y contestó: “Una mentira”.

12 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Lamentablemente hay niños que saben muchas/demasiadas cosas dolorosas, demasiado pronto.

Puck dijo...

Lo veía venir pero no por eso ha sido menos doloroso.
Saludillos tristes

Lola Sanabria dijo...

Así es, niños sin infancia.

Gracias por comentarlo, Luisa y Puck.

Abrazos a pares.

Sandra Montelpare dijo...

clap clap clap! crónica del desamparo

Anónimo dijo...

Cruel y real como la realidad misma.Si supieras Lola que la situación existe más de lo que uno cree. Muy bueno tu micro.Un abrazo.

artistalight dijo...

Los padres a veces nos equivocamos, éso es innegable. Pero la mayoría tratamos de enseñar a nuestros hijos cómo sobrevivir en este mundo, unos mejor, otros peor pero lo intentamos. Aunque a veces haya tristes historias como la que nos cuentas. Me dió tristeza el compañero Victor.

Rocío Romero dijo...

Lola es precioso, lo has contado con sencillez y magistralidad. Estremecedor. De libro.
Besos,
Rocío

Lola Sanabria dijo...

Sandra, Millz, Artistalight, Rocío, gracias por dejar vuestros comentarios. Este es un relato antiguo que leyó en su día Millás en La Ventana de la Ser. Me alegro de que os haya gustado.

Besos y abrazos a repartir.

Unknown dijo...

Es un nítido retrato de la traumática que al tiempo produce personalidades tan extremas que a muchos les es difícil comprender.
El comenzar a tener problemas emocionales desde la niñez es el sino de los perdidos y los genios y un buen desfile de neuróticos.
En casi toda biografía bien documentada encontramos al personaje mater terribilis o pater terribilis como productor de éstas luchas de por vida que luego surgen para compensar éstas carencias emocionales.
Algunos resultan por resultado de éstas tan bien compensados que quizás deberían agradecer el dolor recibido.
Super micro. Bravo.

Unknown dijo...

Perdón por lo de resultan por resultado.Así ocurre cuando escribe uno sin revisar ni haber tomado el primer café estabilizador de cerebro.

Torcuato dijo...

Lola.
Micro explosivo para los corazones con sensibilidad.
Un beso.

Lola Sanabria dijo...

Buen análisis de infancias torturadas, Carlos.

Gracias, Tor.

Besos volados para ambos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.