Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 25 de marzo de 2011

Bushido

"Si preparando correctamente el corazón cada mañana y noche, uno es capaz de vivir
como si su cuerpo ya estuviera muerto, gana libertad en El Camino.
Su vida entera estará sin culpa, y tendrá éxito en su llamado."

Yamamoto Tsunetomo, Hagakure.

La tradición ha reducido el ritual a su mínima expresión. Sólo cuatro acciones separan lo esperado de lo correcto.
Nieva en Sendai
El cuerpo debe ceñirse con movimientos medidos. El sol naciente dota de clarividencia al caminante y un cinturón cosido durante generaciones le recuerda su procedencia.
Florecen los cerezos
El sake comunica la fuerza necesaria para acometer la acción; y en sus versos, el guerrero deja memoria de lo que pudo ser.
Sobre la aurora
Después, ceremonias de la modernidad: una placa de plomo preserva el tiroides; el cuerpo se embute en tejidos que bloquean las radiaciones alfa, beta y gamma. Todo está ya dispuesto para que la voluntad decidida sea la responsable de lo que resta, aquí, cerca del núcleo.

7 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Japon, con todo su exotismo y su modernidad, tan cercano ahora.
Elegante, tu micro se mueve con movimientos lentos y precisos, como saben moverso los buenos samurais.
Un beso.

Elisa dijo...

Ritos antiguos, nuevos enemigos a los que enfrentarse. Tu escritura, siempre precisa y en este caso, delicada como una pintura japonesa.

Unknown dijo...

Hermoso ver que lo más elevado de lo japonés es de altura universal.
La vista al interior de la grandeza no tiene nacionalidades.

josé manuel ortiz soto dijo...

Tu texto un poema por sí mismo, contenido por el haiku.

Saludos.

puri.menaya dijo...

Me ha gustado mucho. La mezcla de modernidad y tradición de los japoneses. EL haiku cortado por la prosa... Me trae aires radiactivos de Fukushima, también.
Un abrazo

JMGS dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Fukushima me tiene preocupado y, entiéndanme bien, entusiasmado por lo que supone de reencuentro del ser humano con su propia grandeza. La lástima es que el final no parece que vaya a ser feliz.

Caboclo dijo...

Muchas gracias por los comentarios. Fukushima me tiene preocupado y, entiéndanme bien, entusiasmado por lo que supone de reencuentro del ser humano con su propia grandeza. La lástima es que el final no parece que vaya a ser feliz.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.