Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 23 de mayo de 2012

Sutil venganza



No importa lo que haga, imaginar que estoy en Cabo Cañaveral y contar hacia atrás desde 100, estoy en el Serengeti buscando elefantes rosados con lunares azules, soy un Monje Shaolin tomando un caldero al rojo con mis antebrazos, soy un trapecista de un circo loco apretando la barra hasta que estallen mis nudillos…sin embargo….nada…nada evita que estés en cada uno de mis orgasmos.

Autor: Carlos Veloso

6 comentarios:

Yashira dijo...

Carlos, eso si que es una venganza, jaja, no poder sacarla de momento tan íntimo. En fín, cosas de mujeres supongo ¿has pensado si te hizo algún hechizo?

Un abrazo desde mi mar,

Unknown dijo...

Bravo. Con la puerta libre de fantasía que admite el orgasmo, es natural que trajera a presencia a la que brindó los supremos placeres.

Carlos Veloso dijo...

Yashira, no lo creo...estoy seguro que me embrujo...pero es un embrujo lindo...igual, es el efecto colateral de un amor imposible o casi posible.

Carlos; la fantasia es justamente la negacion de esos "supremos placeres" o, a lo menos, el cambio de "carnales a "literarios".

Les agradezco a ambos sus comentarios, espero estar de nuevo pronto en este universo maravilloso creado por el amigo Torcuato.

Un abrazo desde el Pacifico Sur.

Pilar Arenas Nieto dijo...

Así es el pensamiento, siempre y cuando no se deje manipular.

Unknown dijo...

Te entiendo... la mayoria del tiempo me pasa eso con mi alma gemela antonima... no solo en orgasmos, no solo en sueños...

Me permito darme el placer de tenerlo asi, .. es la unica forma...

Carlos Veloso dijo...

Caro...si que me entiendes...y, a pesar de lo que la mayoria piense, no es masoquismo es realismo con un poco de idealismo...que mejor definicion de un amor maduro.

Me gusta eso de "alma gemela antonima"; yo la llamo "mi otro yo"

Un abrazo y gracias por comentar

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.