Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 17 de mayo de 2012

Notificación


Seca, su última gota de esperanza y con la mirada casi fija en la acera, Alcides caminaba lentamente, pero con rumbo cierto hasta su casa, su amada casita, su hogar, su home , ese lugar cálido donde se criaron los hijos que ya no estaban porque volaron lejos, ese refugio que tantos sueños albergara, tejidos en épocas de optimismo junto a Martha, su mujer. Un amigo lo saludó desde el Bar en semi-penumbra. No lo escuchó. Tampoco a Pedro, el amigo panadero que le extendía desde la vereda de enfrente la bolsita de papel, conteniendo el pan especial de los jueves, hecho a base de semillas y centeno, que a su esposa le gustaba tanto. Deseaba que el camino fuera más largo. En el intento, oprimió aún más el papel que llevaba apretujado en su mano y que tan gentilmente le entregara su abogado. . .

6 comentarios:

Yashira dijo...

Malas noticias en ese papel, me apena su desolación, sus ganas y no ganas de llegar.

En fín la vida es así, y tenemos que aceptar lo que parece inaceptable.

Saludos desde mi mar,

Arturo dijo...

Zuni:
Muy bueno, aunque al menos, le quedarían muchas cosas más por qué vivir. Eso espero.
Bancos y usureros son los sinónimos de la maldad.
Saludos.

Pilar Arenas Nieto dijo...

Qué pena que una notificación no nos deje ver lo bonito que nos rodea y nos brinda la vida. Otras veces son nuestros propios pensamintos los que nos impiden ver más allá.

Deli Ruiz dijo...

Gracias compañeros. Desgraciadamente esto ocurre en nuestra realidad.

Unknown dijo...

Gran pintura de la cruda realidad, el pobre tipo a punto de hacer gargarismos con lágrimas.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Uhhh, qué final.
Qué bien llevado adelante está el micro, felicitaciones.
Saludos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.