Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 25 de octubre de 2011

Unidos

¡Pensar que él la miraba desde adentro, sin que ella lo advirtiera! Estaban unidos por los avatares de la vida y apenas sabían de la existencia uno del otro. Juana, trabajaba de doméstica y no podía perder tiempo en sentimentalismos. Así, la habían criado. Todo el día con la carga a cuestas enfrentando los designios de quién sabe qué destino. Él, pegado a ella, sin entender nada, no la perdía de vista ni a sol ni a sombra. Pero, esa noche de verano, todo cambió, después de un tumultuoso encuentro y ya decidido a mirarla en el afuera, dispuesto a acompañarla para siempre, se sintió libre cuando el médico cortó su cordón umbilical.

9 comentarios:

Paloma Hidalgo dijo...

Me has sorprendido!! Ha sido estupendo sustituir al "señorito" que mi mente iba dibujando por su hijo. Muy buen giro.

Abrazos

Sergio DS dijo...

Un absoluto alivio, a partir de ahora se conocerán de verdad.

Javier Ximens dijo...

Muy bien. Consigues llevar al lector por un camino equivocado. Me ha gustado.

omar enletrasarte dijo...

el giro del final, genial,
saludos

Elysa dijo...

Muy bien, si que consigues despistar, sí.

Besitos

Laira dijo...

No me esperaba para nada ese final.
¡Genial!.
1 abrazo.

Unknown dijo...

Como en los partos mismos diste a luz al final.
Bravo.
( lo del cordón siempre me ha parecido algo tan gore.)

Alfonso Carabias dijo...

Felicidades, bonito relato.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios que me enorgullecen. Un afectuoso saludo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.