Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 27 de octubre de 2011

EL QUE MANDA

Las tardes de verano transcurrían tan despacio que lanzar piedras al borde del acantilado se había convertido en uno de nuestros pasatiempos favoritos, para mí porque era el mayor y las mías siempre llegaban más lejos, para él por estar conmigo. La brisa marina dio paso al viento que precede a la tormenta y enseguida la lluvia vino a acompañarnos, él resbaló, y durante unos instantes su cuerpo quedó oscilando colgado de mi mano. Me habían servido en bandeja la oportunidad soñada, pero no era capaz de soltar su pequeña mano. Tiré con todas mis fuerzas, pero el barro hacía deslizar mi cuerpo hacia el borde de las piedras. Él desfallecía, presa del pánico lloraba pidiendo que no le soltase, y aunque a mi mente no le parecía tan mala idea, se impuso el criterio de mi corazón, que testarudo insistía en que yo podía conseguirlo.
—Yo quiero ser como tú, me dijo cuando por fin pude izarle.
—Cuando nazca el hermanito que esperamos, tendrás tiempo de aprender, contesté mientras me temblaban los brazos y mi mente pedía explicaciones al corazón que contento latía en el pecho haciéndose el sordo.

http://unlibroesunjardndebolsillo.blogspot.com

12 comentarios:

Mei Morán dijo...

Hablas de muchas emociones a la vez. De los vaivenes de sentimientos entre hermanos. Bello relato.

omar enletrasarte dijo...

Inteligente relato, saludos

Laira dijo...

El amor y el odio hacia un hermano, a veces lo mataría otra me lo comía a besos.
1 beso fuerte.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Precioso relato de dos luchas simultáneas.

Nicolás Jarque dijo...

Paloma, la sangre es la sangre, y por mucho que suceda, en los momentos que importan eso es lo que prevalece.
Bien reflejado esto mismo.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Otra muestra más de como las hermanas poseen mayor bondad.
Gran estilo, captura.

Elysa dijo...

Bien reflejado una parte de los sentimientos que se da en las relaciones entre hermanos. Me gusta.

Besitos

A.Torrante dijo...

La sangre tira, pero algunas veces no tanto. Esta vez sí.

soylauraO dijo...

Muy buen microrrelato. Bello como la vida.Siempre el instinto llamado corazón, por delante.

http://enfugayremolino.blogspot.com
Acopañare como N547

Anónimo dijo...

Wow, la historia es muy intensa, aunque el momento de la caída llegó muy precipitadamente y me desconcertó la rudeza del cambio desde un verano lento hasta el clímax de la muerte/asesinato.

ESPERANZA dijo...

Conflicto entre la cabeza y el corazón muy bien retratado. Menos mal que ganó el corazón.

Un abrazo,

Rosa dijo...

Entre hermanos no metas las manos..Buen relato Paloma.

Besos desde el aire

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.