Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 11 de octubre de 2011

Impostor

A punto de recibir el beso que lo devolviera a su estado anterior, el sapo negó a la bruja ser un príncipe encantado.

14 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Con las artes que puede conocer la bruja, no entiendo la negativa del príncipe. A no ser que los prefiera brujos.

Un micro estupendo, José Manuel.

Pluma Roja dijo...

PUES, MUY BIEN. ME GUSTÓ MUCHO.

SALUDOS CORDIALES.

Laira dijo...

Antes que verse besado por una bruja malvada, prefiere seguir siendo rana y esperar.
1 beso.

Javier Ximens dijo...

A mi este micro me hace pensar en esa bruja obsesa por convertir a todos en sapos, hasta el extremo de no recordar quién era antes. Otra alternativa es que el personaje se sienta menor de sapo. Hace pensar, luego funciona.

Elysa dijo...

¿Le gustaba seguir siendo sapo? Aquí me quedo con la duda...

Besitos

omar enletrasarte dijo...

al tiempo que la bruja gritaba "yo soy toda una princesa"
saludos para vos

Lucas Fulgi dijo...

Jaja, quizá lo que no le gustaba era su princesa...

Excelente micro.

Enmascarado dijo...

Un sapo remilgado,
por una bruja no quiso ser besado.
Como la bruja, para lo que le quería igual le daba principe que lacayo, le estampó un beso en los morros y para sus menesteres lo dejó relegado.

life music dijo...

Que bueno es encontrar a otras personas que tambien estraban pequeños relatos, seguire pasando y muy bueno

Saludos

Alfonso Carabias dijo...

Buen micro, corto pero con esencia.

Un saludo.

kaisu marjatta dijo...

Este es un divertido sentido del humor. rana vieja hada .. Es divertido combinar la realidad .. puede ver qué tan grande la diferencia es la verdad y la saga

اري dijo...

Acertado

josé manuel ortiz soto dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Leer tan diversas opiniones permite saber que la historia sigue su camino.

Abrazo.

Anónimo dijo...

Una bruja fans del médico alemán?

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.