Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 21 de junio de 2010

Pandemia

Pedro, el oculista, ha salido corriendo hacia la Moncloa. El llamamiento hecho por el gabinete de crisis de su país era alarmante. El fenómeno había comenzado a las 12:45 del día de ayer en Tías (Lanzarote) y se había extendido rápidamente a la península. La bautizada como “ceguera blanca", pandemia ya según la OMS, se extendía como la pólvora. "De élla sólo se sabe que se contagia por vía emocional. Se recomendaba a la población no sentir nada en los próximos días si no era absolutamente necesario." Pedro se detiene bruscamente, acaba de sentir un extraño miedo blanco.

Isabel González

4 comentarios:

Torcuato dijo...

Bienvenida Isabel

Buen homenaje al maestro.
No creo que los políticos se movilizaran ante la epidemia de ceguera ya que es eso mismo lo que persiguen.

Un beso

Unknown dijo...

Ahora que el maestro es inmortal,jamás lograrán Desaramaguisar a nadie.

David Baizabal dijo...

Me gusta el ritmo, además se entiende muy bien el homenaje.

Saludos

Miguel dijo...

Descanse en paz.

A pesar de que algunos, los que más tenían que pensar en ello, han intentado, sin conseguirlo, que no sea así.

Saludos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.