Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 17 de junio de 2010

CULMINACIÓN

Sonó el teléfono y contestó el profesor Teocracio Nistómedes,quien estaba a cargo de la cátedra de Ciencias Moleculares.

---Sí,diga--

---¿Hablo con el profesor?---

---Si ,sea breve por favor pues voy saliendo a dar mi clase.---

---Profesor,le llamamos de la estación de Telecentral para informarle que ganó usted el premio Nóbel---

El profesor no pudo evitar la explosión de emoción que esto le causaba y gritó un SÍÍÍÍÍ de lo más sonoro,y se derrumbó en incontrolable llanto por lo que sentía. Pues éste arrebato no era sólo por el reconocimiento y el prestigio que le aportaba el premio,sino el millón de dolaritos no le caía nada despreciable.

El locutor aprovechando el momento de sacarle más jugo a la entrevista,contra ataca con:

---Veó que se acaba de enterar a través de nosotros sus amigos de Telecentro,de ésta histórica noticia,no es cualquier día que se gana el Nobel de literatura uno,¿Verdad profesor Gómez Garcés?---

Bastó ésa pregunta para que el profesor Nistómedes se diése cuenta de que éstos minusválidos cerebrales,habían confundido el profesor de literatura con el de Ciencias moleculares.


2 comentarios:

Torcuato dijo...

La vida son subidas y bajadas como en una montaña rusa.

Un abrazo.

Víctor dijo...

Sí, como decimos aquí en Catalunya: "no es pot dir blat, fins que és al sac i ben lligat" (no se puede decir trigo, hasta que está en el saco y bien atado). Hay que vigilar la ortografía: las tildes van un poco a su aire.

Saludos y muecha suerte con El Microrrelatista.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.