Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 18 de junio de 2010

EL VUELO DEL FÉNIX.

AÑO 3000.
Subió a la nave espacial que iba acondicionada para dar la vuelta a los límites del universo conocido,y desde ésas lejanías tenía la misión de enviar imágenes a la tierra para estudiar los confines más desconocidos.
Un viaje inspirado en aquella frase de :"Para ver más lejos,me paré en los hombros de gigantes."

Se calzó el traje plateado lleno de mangueras y se ajustó el casco.

Tomó la posición de acostado en el asiento de piloto y se fajó los cinturones.Miró hacia la gran pantalla por donde estaría observando cada detalle de la travesía. Con mano firme deslizó hacia atrás dos manillares de mando que leían "THRUST",y "GO".

Descendía de hombres que en siglos pasados habían partido con Colón a descubrir América.Y mírenme ahora ,pensó,no cabe duda que el destino se lleva en los genes.

Había sólo un problema.Que él no era astronauta,sino el barrendero de la nave.Pero ya era demasiado tarde para ésas consideraciones.Había despegado.


5 comentarios:

Pablo Gonz dijo...

Muy divertido, Carlos. Un sueño colectivo hecho realidad.
Un abrazo,
PABLO GONZ

Unknown dijo...

Que bueno que te agradó Pablo,estamos listos para el vendabal de cuentos del domingo,como dices ojalá no haya problema para que te lleguen los mails.

Torcuato dijo...

Me ha gustado mucho carlos. Escribes con mucha imaginación.
Un abrazo.

Torcuato dijo...

Pablo. La verdad es que no soy muy entendido en esto de los blogs pero intentaré arreglar lo que vea raro.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Gracias Torcuato,ojalá y la imaginación dé para poder compartir relatos que contengan más duende,pues entrar a la búsqueda del micro es un poco como el trabajo de los gambusinos,en que se saca mucha arena y a veces aparece alguna pepita de oro,pero esperemos que con la persistencia llegue uno a reunir un conjunto digno de publicarse en compendio.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.