Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 28 de junio de 2010

AGORAFOBIA CONTAGIOSA

Estudiaba aquella mosca como si de un máster en biología se tratara. La oía chocar una y otra vez contra el cristal en infructuosos intentos de acceder al exterior. Ella solía camuflarse entre el polvo de los libros apilados en el estante, mientras yo aprovechaba para examinarla minuciosamente con la lupa de mi colección de numismática. Frotaba sus patitas, suplicando compasión. Cuando recobraba el resuello, el animal embestía nuevamente la superficie vidriosa, topándose con la frustrante imposibilidad de alcanzar la calle.

Tras días de exhaustiva observación, algo en mi fuero interno se apiadó del pobre bicho que continuaba buscando una oportunidad. Abrí la ventana unos centímetros, procurando con ello no pulsar el botón detonador de mi maldita agorafobia. Con la mano le indiqué el camino, pero el insecto ni se movió. Ahora que había aprendido la lección, no dejaría que un repugnante ser humano le engañara de nuevo.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Buenoo,pero si veías que eras tan afortunada de que la mosca embestía bien hacia el vidrio,le hubieses abierto a la primera,por no hacerlo así te surgió la moraleja.

Maite dijo...

Así es Carlos, a veces nos sentimos atados, o nos acostumbramos a cosas, y cuando nos dejan el camino libre, ya ni nos damos cuenta, o tal vez sea que nos da miedo intentarlo de nuevo.

La moraleja es que nunca dejes de intentarlo, sea lo que sea.

Un abrazo

Torcuato dijo...

Así se crean los paradigmas.
Un beso.

Isabel Mª dijo...

muy buen texto, maite. felicidades

Maite dijo...

Torcuato: Así se crean los paradigmas...y los miedos!!

Un beso

Maite dijo...

Isabel: Muchas gracias por tus palabras. Me alegra mucho que hayas disfrutado de la lectura.

Un abrazo

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.