Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 25 de junio de 2010

NANO

Mecido por altas olas, un elegante náufrago arriba a una playa y se acomoda en un sillón a ver la tele. Pasa una hora. Pasan dos. Y por fin descubre que miles de cordeles lo inmovilizan en su asiento. Aterrorizado, desvía sus ojos de la pantalla y ve a unos hombrecillos que se ríen de él con voz de cristal.

–¿Quiénes sois? –les pregunta– ¿Hombres diminutos o imaginaciones mías?

–No –responden ellos–, somos noticias.

PABLO GONZ

6 comentarios:

Unknown dijo...

No sé si yo leí mal,en el que enviaste por mail,por leerlo recién despertado al amanecer de aquí,pero yo leí ELEFANTE náufrago,incluso me gustó más ésa primera versión,sigo riéndome acerca de que comenté en referencia al paquidérmico.

Torcuato dijo...

Esta bien eso Carlos. Elefante naúfrago. je,je. La verdad es que a los pobres elefantes les queda poco sitio gracias al hombre.

El micro está genial. Como te he comentado en tu blog Pablo, para mi, refleja como un engaño de salvación a través de los medios de comunicación de masas. También me ha gustado lo de los hombres diminutos. ¿Otras entidades?

Un abrazo.

David Baizabal dijo...

Vaya, Pablo, es muy bueno este micro, qué fuerte crítica a los medios, según me parece. Genial.

Saludos

Pablo Gonz dijo...

Claro, Carlos: de elegante náufrago a elefante náufrago hay muy poco pero es que además, como mi post de ayer iba de elefantes, pues algo de lo paquidérmico (por aquello del tamaño) desbordó hacia el post de hoy. Doy por buena la mezcla.

Por supuesto, Torcuato, porque hay mucha gente que con creer que están informados tienen suficiente. Es una salvación de plástico, como casi todos los productos de nuestra sociedad.

Para esos estamos, a veces, Baizabal. Criticar a los medios me parece una excelente tarea para los intelectuales verdaderos, aquellos que lo son por encima de la ignoración mediática.

Un fuerte abrazo a los tres y gracias por la lectura y los comentarios.
PABLO GONZ
El Microrrelatista va cogiendo vuelo. ¿Cómo hacemos para promocionarlo mejor?

David Baizabal dijo...

Pablo tiene razón, hay que pensar en una forma de promocionarlo con mayor impacto.

Tinta Roja dijo...

Muy bueno Pablo, un Gulliver moderno y una buena critica .
Un abrazo.

Si se hace un logo y lo promocionamos en nuestros blogs. Tiro la idea.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.