Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 28 de julio de 2012

Lluvia de ideas

Después de tanto rogar que llegara la inspiración, las ideas surgieron a borbotones. 
La musa, en vez de susurrar o sugerir, hablaba rápida y atropelladamente. 
El escritor en trance garabateaba en la, hasta entonces tan temida, hoja en blanco. 
Escribía precipitadamente y continuó haciendo anotaciones extendiéndose en varios cuadernos. 
Ahora ya tenía ideas para varias vastas novelas. 
Tramas, personajes, enredos, conflictos, nudos, situaciones jocosas, sentidos dramas, romanticismo y amor, paisajes de ensoñación, frases memorables, misterios inquietantes, humorosas confusiones, acción y heroísmo, pasiones incontrolables, nostalgia concentrada, sabias reflexiones, brillantes desenlaces... 
Sin embargo, a pesar de todo, el hombre asombrado examinaba y miraba compungido las páginas. 
¡Cómo le fue a tocar una musa parlanchina, si él era escritor de microcuentos!

6 comentarios:

Arturo dijo...

Héctor:
Muy bueno el relato, hace honor a aquella frase de que "el día que llueva sopa, tendré un tenedor en mis manos".
Nunca había escuchado la expresión "lluvia de ideas", generalmente he escuchado y empleado para esa acción "brainstorming", o -rara vez- "tormenta de ideas".
Por fortuna, ese escritor tendrá material para muchos microrrelatos.
Saludos.

Unknown dijo...

Ésto demuestra que los humanos jamás estamos conformes.
Sin embargo el micro relatista de tu historia se encuentra ante la oportunidad de escribir su gran novela.
Entiendo que en el mercado literario resulta como un prerequisito para que se vendan tus libros con micros; el haber lanzado una novela de éxito primero.
Un saludo cariñoso desde el feliz anonomato maestro, sigues tu avance entre los grandes del internet.

Unknown dijo...

Quería decir anonimato, pero anonomato puede ser un nuevo equivalente.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

¡Qué buen final!
Me sacó varias sonrisas, y eso no tiene precio.
¡Saludos!

Luisa Hurtado González dijo...

Yo no veo problema, ella es parlanchina y él como escritor de microrrelatos podrá sacar fuera y escribir muchas de esas historias, le dará tiempo.
No. no veo el problema, es la mejor musa para un escritor como ese.

Jon Igual dijo...

Para una musa que encuentra, pobre escritor de microrrelatos.
Me he reído con el final, muy bueno.
Un saludo.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.