Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 9 de junio de 2011

Pura magia

Hay días que se me cae la luna y busco a tientas tu contorno.

Hay días que el tiempo se hace tan pequeño que mientras te vas, trepo a los árboles para estar a tu lado cuando miras las estrellas y atraviesas la niebla tratando de no elegir el camino equivocado.

Hay días que bebo mi pócima de silencio y escondo las palabras en mi bolsa de canicas, pero a veces se me desborda una estrella fugaz que se te clava en la sonrisa y me sonrojo, y se me rompe el encantamiento.

Hay días que me a-tormentas y con un solo golpe de mi varita mágica devuelvo a Dios al mismo cielo y me traslado definitivamente al infierno harta de fingir que no me importas.

Hay días que lanzo hechizos de invisibilidad contra mi pena para que mis aviones de papel no se estrellen en tu mapa y desgasten tus murallas.

Hay días que me escondo entre el blanco y el negro para que no se me escapen los colores y descubras que no habrá eclipse que te salve de mis poderes mágicos.

Y es que hay días... que me gusta imaginar que soy tu hechicera.

5 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Muy poético y bello.
Echa un vistazo a esa barita, que creo que tu querías una varita (sin reproche,un despiste lo tenemos todos).

Tonet dijo...

Uyyy¡¡¡ Gracias ;)

Besito

Unknown dijo...

El mejor hechizo se dá cuando comprendemos que todos necesitamos un trato de cariño y de respeto y así lo brindamos.

Rosa dijo...

Debes de tener una bolsa de canicas preciosa...No la escondas por favor!!!

Precioso y poético.

Saludos desde el aire

Puck dijo...

Qué curioso... Hay días que pueden ser aquí y ahora. Me encanta tu texto y enlaza de alguna manera con el que, sin conocerlo, yo también colgué hoy en este espacio. La magia de El Microrrelatista.
Saludillos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.