Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 6 de octubre de 2012

Fotosensible


Desde que me clavó la mirada lo veo hasta en los sueños.
El oftalmólogo confirmó que, en efecto, su rostro es un holograma en mis pupilas y quiere llevar mi caso a un congreso.
Tiene razón. No puedo concentrarme. Se cuela en las planillas de cálculo, en los titulares del diario, en la taza de café...
Y eso no es nada. Ayer ha hecho toda clase de gestos mientras me probaba ropa frente al espejo antes de salir. Sólo consiguió sonreír cuando me puse el vestido estampado que llevaba ese domingo en el parque cuando nos cruzamos.
Sin embargo hoy sus facciones filtran una desilusión infinita. Presiente su fin. Me ha echado el ojo el nuevo inquilino del 3º F.


                                                                                         ficcionario breve

10 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Te pueden echar todos los ojos que quieras, guapa. No problem. No son excluyente o sí?
Es un micro curioso pero hay una cosa que me sienta mal, ¿es que la protagonista no tiene ni voz ni voto?, ¿no puede decidir?, ¿todo depende de quien le haya echado el ojo? Da un poco esa impresión, y... no sé, no me creo que sea la que tú quieras dar.
O dicho de otro modo, ¿lo estoy leyendo o interpretando bien?

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Vaya, parece que es de las que sólo tiene ojos para uno.

Lucas Fulgi dijo...

Que divertido. Muy ocurrente.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Buenísimo, me encantó.
Saludos.

Unknown dijo...

Se dan un palmazo de felicitación la ciencia ficción y la extrañeza de la mente femenina.
Muy capturante de cierto extremo de realidad.

Anónimo dijo...

Jajaja, me limitaré a decir que me gustó muchísimo y que pasé de la congoja a la sonrisa. Felicidades.

Sandra Montelpare dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sandra Montelpare dijo...

Quise jugar un poco con esas miradas que atraviesan pero esta se quedó impregnada en la retina.
¡Gracias Luisa, Cybrghost,Lucas, Juanit, Carlos y Yunuén por su lectura y comentarios!
¡Saludos van para todos!

Andrea Vinci dijo...

Voluble la chica...

Sandra Montelpare dijo...

Sí, bastante... Gracias por tu lectura, Andrea

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.