No quiero ser hipocondriaco paranoide y millonario,
seguido a todas partes por su personal ambulancia de rescate,
y un par de cirujanos cerebrales.
No porque ya llegué a la edad en que las flores causan miedo, evito reírme de la muerte,
en especial de serme dada la fortuna, de verla en un corto de noticias,
mostrando un momento en que Rajoy y Belén Esteban se diésen de balazos,
para deleite de todo el respetable.
Un Dios inesperado me estuvo preguntando,
¿Y si te doy a escoger vuelves a vivir, o mejor ya no?
Vaya preguntita cargada.
Nadie me inquirió ésto al nacer,
y tuve que vivirlo a mi manera.
Hoy prefiero reflexionar estupideces,
y evitar recordar que soy esclavo.
Que ya no existen islas a donde irse de ermitaño,
y dedicarse al sexo y la alegría
al igual que Paul Gauguin,
¿O acaso ésto fué otra mentira?
¿Tendrá la sopa de verduras la última verdad?
No, ésta es exclusiva de los papelitos que trae una galleta china.
Y no busques simbolismos.
¿Ves cuan claro todo puede ser?
Cuando la paz interior carece de etiquetas,
y ves que todo sucede en su momento.
Lo cierto es que ayer no había escrito ésto.
Todo llega en el tren del pensamiento.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
4 comentarios:
Estupendo, Carlos. Me encanta como relacionas cosas solo aparentemente diferentes pero que siempre llevan al mismo sitio.
Yo sé que sí hay una isla donde aún se puede ir de ermitaño pero no hay que buscarla en una agencia de viajes, la llevamos a todas partes con nosotros aunque la ignoremos por impericia o pereza.
Ciertamente Doc, de no existir nuestro personal interior, acabaríamos sofocados.
La poesía es fuente de luz del espíritu, y el mundo nuestro espectáculo de pista, donde surge la novedad que cada día trae.
Coincido con ambos y lo celebro! Porque escribir y leer hace que mi cotidianeidad sea más ligera y me ayuda a "ver" con más claridad.
Después de todo, volvemos a nuestro interior y allí el espíritu danza libre y soberano.
Muy bueno, Carlos!
Bonito texto Carlos, no es lo que estoy acostumbrada a leerte, uy, no estoy diciendo que lo que escribas no me guste, digo que normalmente te he leído relatos de otro tipo, y este por diferente también me ha gustado.
Un abrazo,
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