Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 14 de julio de 2010

PARADOJA

Él calló para evitar de esa forma sus lágrimas, mientras ella, en soledad, lloró porque él no le hablaba.

Maite

7 comentarios:

Pablo Gonz dijo...

Condenados a no entenderse. Un hermoso micro, Maite, cargado de sugerencias, de tiempos transcurridos, de pesares por venir. Abismante.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ

Unknown dijo...

Las parejas inmaduras se desgastan en dramillas.

Anita Dinamita dijo...

Me recordó a Becquer:

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón.
Habló el orgullo y enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro,
pero al pensar en nuestro mutuo amor
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?.
Y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?".

Torcuato dijo...

Muy bueno Maite.
Tanto dicho en tan poco espacio.

Muy bueno también el poema de Becquer, como no, Anita.

Maite dijo...

Pablo: efectivamente caer en la incomunicación es condenarse a cadena perpetua en una relación. Un abrazo.


Carlos: dramillas que pueden desencadenar auténticas catástrofes. Un abrazo.


Anita: esa poesía es preciosa. Desde la primera vez que la leí me pareció increible. Gracias por traerla. Un abrazo.


Torcuato: un poco de reflexión a través de cuatro letras. No hace falta más, sólo hace falta pararse unos segundos a hacer examen de conciencia y todo mejoraría seguro. Un abrazo

Nel Morán dijo...

Corto y contundente. Me ha gustado. Te lo pido prestado para mi Microinvitados del viernes que viene, ¿puede ser? Si así es, muchas gracias.

Blogsaludos

Maite dijo...

Por supuesto, es para mi una alegría y un honor estar entre tus invitados. Un abrazo, Adivin

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.