Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

sábado, 27 de octubre de 2012

El espectáculo tiene que continuar


            Tras siete años trabajando como pareja artística: él como lanzador de cuchillos y ella siempre inmóvil con una sonrisa, empezaron a surgir los problemas y las preguntas: “¿Seré capaz de errar hoy?” “¿Será esta noche mi último día?”
            Hasta ayer la función se desarrolló como todas: tensión y silencio, golpes y gritos, aplausos y fin. Hasta ayer. Hoy simplemente es otro día.

10 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Me sacaste una sonrisa con este humor negro.

Tamara dijo...

He visto que has escrito a Karras en su blog y que te ha gustado así que venía a invitarte a participar, y más si escribes microrelatos.


Aun quedan 2 días para que termine el plazo de participación en nuestro reto... ¿Por qué no te apuntas?

Un besazo.

http://podemos-juntos.blogspot.com.es/2012/10/reto-segundo-de-halloween-minirelato-de.html

carlosmxax dijo...

intrigante, ella quería que errase?
al final falló o el show no fue más?

me gusto un final abierto...


saludos!

Unknown dijo...

Gran dinámica que muestra cada nuevo día.

Joaquín Galán dijo...

Con cuchillos o sin cuchillos,el matrimonio es un riesgo cada día.
Espero que se jubilaran sin ninguna mancha (y nunca mejor dicho) en sus largas trayectorias profesionales.

Saludos.

Cabopá dijo...

El la función diaria hay de todo...
No me gustan los espectáculos donde hay golpes y gritos y demás "estribillos" malsonantes, aunque el espectáculo continue, yo no aplaudiré

Bueno, Luisa
Besicos

Arturo dijo...

Luisa:
Muy bueno tu micro. Ya se sabe que cada día se inicia con todas las osibilidades y con las mismas dudas.
Cuando aparece el miedo, la penuria se repite sin fin.
Lo has planteado de maravillas.
Un saludo cordial.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

Uhhh... ¡Qué final!
Muy bueno.
¡Saludos!

Rosa dijo...

Otro día de dudas y miedos? Un espectáculo así mejor que llegue a su fin.

Buen micro Luisa

Besos desde el aire

Unknown dijo...

Un día a la vez.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.