Durante una cumbre mundial, el comunicador y autor Ñáñaro del Fénix Dorado ; organizó por su propia cuenta una reunión cultural haciendo llegar una personal invitación a cada uno de los jefes de estado y sus comitivas que les acompañaban; bajo una dedicatoria que aparentemente rendía honores a todos ellos.
Leía más o menos así : Señor mandatario que visita ésta cumbre , reciba la dedicatoria de mi conferencia en el Ateneo Cultural, como honor especial a su presencia, de mi libro titulado "Gallina que pica en mosaico limpio no come grano." , por el cual los intelectuales más comprometidos con la evolución política de los pueblos para mejoría del planeta , me han distinguido con un anti premio, llamado así ya que es desprovisto de criterios de intereses de camarillas y aduladores de líderes del status quo.
Cada uno asistió pensando que aumentaría un diploma o una medalla más a sus paredes.
Al inicio del discurso desde el podio, Ñáñaro fué pasando lista a cada uno de los dignatarios, sacando una ovación del público, exaltando el nombre y título de cada uno.
Y pasó al discurso.
Primero resaltó las virtudes que todo gran estadista debe poseer para llevar sus pueblos hacia construír sociedades más justas y con transformación benéfica a todos los pobladores.
Como cada uno se sentía receptor de alabanzas , aplaudieron con total fervor.
Y cuando los tenía como pajarillos comiendo de su mano, habló de los cambios que podían brindarle al planeta entero, ejerciendo su mejor capacidad de liderazgo.
El desarme mundial, el reciclar los ejércitos de guerra a fuerzas de paz, para detener la tala del amazonas, el narcotráfico y la detención de los narcopolíticos que obviamente lo solapan desde las sombras, el poner controles a los abusos bancarios suprimiendo la usura al poner topes al monto que se puede cargar en réditos, y como al haber contribuído intereses que duplicasen el préstamo original, el acreedor recibiése un reembolso del 25% para nivelarlo, y que se creáse una televisión donde todo mundo tuviése una voz que no sólo representase a los trajeados robots del poderoso. Fin a la esclavitud disfrazada por un infra salario. Utilización de la tecnología del automóvil de aire, que ya existe. Y mucho más.
Luego les dijo a todos que todos sus modelos de gobierno eran despreciables. Que habían creado un mundo peor. Y que ya la gente no les iba a obedecer. Todo iba a cambiar les guste o no.
Y convocó tanta fuerza hacia el bien, que el cambió comenzó.
Todo mundo sabía que su muerte no fué accidental, tal como él les avisó que querrían aparentar.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
10 comentarios:
Carlos:
Tu relato es muy bueno. Obviamente, se trataba de otro idealista. Así le fue, también.
Saludos cordiales.
Gracias por comentar Arturo,
es la historia de uno que se inmoló, pero tambien observa los caminos de avance a conquistar para los cambios, y como la perseverancia unida a la inteligencia llegará a lograrlos.
Es el costo por ser honesto y enfrentar a esa runfla de personajes, que carecen de misericordia y que sólo tienen como objetivo aumentar su poder y sus arcas.
Tan actuel como real!
Muy buen texto, Carlos!
UN abrazo!
Hoy en día son los idealistas los únicos que pueden despertar al pueblo aletargado; pues parece que los abusos políticos no logran gran cosa.
Cierto Bee, estamos de acuerdo.
Manuel, aciertas destacando cuan derrotistas y apáticos son quienes sólo se quejan pero no hacen nada.
Si las masas toman sus espacios de organización dejarán de estar sometidos.
Los poderosos tienen mucho poder pero la semilla de la gente de bien crece donde menos se lo esperan.
Salu2.
Muy buen final, sorprendente.
Saludos, Carlos.
Un buen relato de uno más de tantos y tantos idealistas que por denunciar las injusticias acabn como acaban.
me ha gustado.
Un saludo.
Cuantas ganas de que algo así suceda. Bueno, todo menos la última frase.
Saludos.
Me los imaginé aplaudiendo con tal fervor, y me reí. Buen relato y de un lenguaje protocolario digno de la ocasión.
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