Faro del fin del mundo, Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. |
En el fin del mundo hace
frío, aunque con el cambio climático y estando en otoño se soporta
maravillosamente. Una bahía celeste, un cielo casi siempre gris, un canal dónde
por suerte se reproducen las centollas, bellas, rosadas, exquisitas. Más allá,
los hielos eternos de la Antártida. Todo blanco. En Ushuaia, una mixtura de gentes que por momentos te trasladan
al bullanguero Río do Janeiro, o a la
populosa Buenos Aires, y por otros, ni
que estuvieras en un tour por Europa.
El chocolate es bueno, la merluza negra, única y el cordero patagónico, un
deleite. En el Bar Ideal se escriben
historias de amor al conjuro de una cerveza. ¡Cómo iba a adivinar, Yo que,
dónde el planeta dice basta, te encontraría!
7 comentarios:
Hermoso escrito, querida amiga.
Me iría, ahora mismo a ese lugar.
Buen finde
Besos
Maravilloso lugar es aquel donde encuentras lo que buscas incluso sin buscarlo. Encantada de encontrarte!
Estupendo ese fin del mundo, quizás hay que llegar hasta el final para encontrar el principio que se busca sin buscar
Me gustó mucho.
Besos desde mi mar,
Gracias, Vero, mi amiga. Gracias Pilar para mí también es un gusto. Abrazo a ambas.
Sensacional, con estallido de final feliz y postivo.
Gracias, Carlos siempre presente. Un abrazo, amigo.
¡Qué buenas descripciones!
¡Y qué final!
Muy bueno.
Saludos.
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