1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
14 comentarios:
Triste, sin duda; pero bien narrado, con sutileza, nos va llevando y haciéndonos pensar cuál será la solución final de la historia.
Buen trabajo. Enhorabuena.
Muy buena! Bien escrito, me mantuvo a la espectativa todo el tiempo.
Sawabona!
Con esa décima vez has conseguido que en lugar de parecerme un ladrona sin escrúpulos, me compadezca de ella. Me ha gustado mucho.
Saludos
Yo creo que así se escriben los microrelatos, trabajados, hasta en el nombre de la muejr. Felicidades.
Muy bueno, escueto y con varios giros que lo retuercen.
Pobre mujer
Plas, plas, plas..Me ha encantado.
Besos desde el aire
Tiene que ser muy muy duro no poder tener un niño cuando lo quieres. Te lo confirmo en un par de años.
Bello y duro.
Desgarrador y no alejado de la realidad. Algunos no deberían jamás tener hijos, otros muchos no deberían no poder tenerlos.
¡Pobre mujer!, esa mujer desearía tanto un hijo que sería capaz de cualquier cosa...
1 beso.
Yerma por no tener hijos y por no encontrar el consuelo.
Cuando un relato te llega a conmover quiere decir que es bueno, ¿no?
Besos
yerma su nombre, yerma su fertilidad
triste, breve y triste
Vaya qué alivio, por poco creí que se lo llevaba, ¡me gustó!
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Saludos
Hasta el nombre es acertado como todo en el micro. Un buen trabajo.
Besitos
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