Marcos etiqueta todas sus fotos en Facebook. Dedica horas a buscar caras en las imágenes. Pixel a pixel su vida es un museo de nombres. Todas sus imágenes un mapa lleno de leyendas.
María en cambio prefiere Twitter, deja comentarios en todos sus seguidores y sigue a todas aquellas personas que aparecen en el televisor. Series, noticias, deportes. Todos son malla para su vida en la red.
Marcos sueña con etiquetar el mundo entero y pasea por la ciudad cargado con una cámara y un cuaderno. Hace fotos al que pasa por delante, le detiene, le pide nombre y primer apellido. Marcos pesca etiquetas al caminar.
María en cambio habita dentro de su teléfono móvil. Ve la punta de sus zapatos cuando sale de casa y se mueve por costumbre. Conoce cada escalón, cada agujero, el número de pasos hasta el siguiente semáforo. Si escucha algo interesante levanta la cabeza, observa un instante, y lo planta en 140 caracteres para disfrute global.
Marcos y María se cruzaron.
Marcos hizo una foto y no vio más que una nuca, una chica caminando con la mirada perdida en la pantalla de su móvil. Marcos soltó una palabrota porque alguien sin cara no es etiqueta.
María escuchó el joder vaya mierda y no levantó la vista. Nada que plantar en su mundo, no merecía la pena esa molestia. María continuó navegando.
Marcos y María están hechos el uno para el otro. Ellos no lo saben pero, gracias a Internet, lo sabemos todos nosotros.
17 comentarios:
simplemente, me encanta
Sencillamente estupendo. Una historia muy actual: la incomunicación que trae el exceso de comunicación.
Un saludo.
Qué relato. Me gusta. Lo he leído dos veces.
Me quedo por aquí.
Un beso, Microrelatista.
Eu também li duas vezes"pra entender"
relato gostoso...
um beijo da seguidora, Mery.
Muy bueno, no sé si porque vamos hacia ello o porque ya hemos llegado.
Un saludo.
Muy divertido, y actual.
Gracias a tod@s por los comentarios.
Desde blogger para el mundo y tal.
Un saludo.
Una triste historia de la soledad en Internet.
Esto debe ser una historia real. <No estoy muy puesta en eso pero suena a eso.
Me gusta mucho tu dibujo de la era de la comunicación.
Enhorabuena por un micro que funciona con la perfección de un ordenador.
Saludos.
Muy real como la vida misma. Te contaré algo, yo ando casi siempre con los ojos clavados en mi móvil cuando camino por la calle después de trabajar,cuando llego a casa apenas tengo tiempo, incluso escribo entradas caminando por la calle y las he publicado sin editar y sin pensar,puede que me pierda muchas cosas con esta costumbre,pero a veces necesito escribir sin mas y caminar por la calle me inspira mucho, te dejo algo que escribí con los ojos clavados en mi movil una mañana cuando me dirigía al trabajo.
SALUDOS
http://todoesposiblememe.blogspot.com/2011/05/girame.html
Encantador. Dos personajes de la actualidad. Muy bien narrado. Felicidades
Coincido con varios de vosotros, es como el retrato de dos personajes que podemos encontrar en muchas ciudades...
Un saludo.
Estamos tan conectados a las nuevas tecnologías que a veces dejamos de ver lo que tenemos realmente delante...
De todas formas hay que reconocer que los tiempos cambian así que...
adaptarte o morirte.
Buen relato.
Un abrazo.
Interesante como se dan personas que acaban uniéndose en órbita del destino.
Relato que atrapa.
Muchas gracias a todos por los comentarios.
Nunca un relato mío había sido tan comentado... o "posteado".
Un saludo.
¿ME HABRÁ PASADO ALGO PARECIDO Y NO ME DI CUENTA? JAJA ES QUE ADEMÁS DE SUCEDER ESTAS COSAS EN EL ÁMBITO DE LAS REDES SOCIALES, LOS DESENCUENTROS PUEDEN OCURRIR EN TODOS LADOS, MÁS VECES DE LO QUE IMAGINAMOS. LO QUE DEBERÍAMOS CAMBIAR NO SERÍA TANTO EL ÁMBITO DONDE NOS MOVEMOS PARA CONOCER GENTE, SINO LA ACTITUD PREJUICIOSA Y LIMITANTE QUE LLEVAMOS A TODAS PARTES QUE HACE QUE NOSOTROS MISMOS NOS CERREMOS LAS PUERTAS. ESTE RELATO ESTÁ GENIAL Y DIVERTIDO.
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