Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 30 de agosto de 2011

Marcos y María

Marcos etiqueta todas sus fotos en Facebook. Dedica horas a buscar caras en las imágenes. Pixel a pixel su vida es un museo de nombres. Todas sus imágenes un mapa lleno de leyendas.
María en cambio prefiere Twitter, deja comentarios en todos sus seguidores y sigue a todas aquellas personas que aparecen en el televisor. Series, noticias, deportes. Todos son malla para su vida en la red.
Marcos sueña con etiquetar el mundo entero y pasea por la ciudad cargado con una cámara y un cuaderno. Hace fotos al que pasa por delante, le detiene, le pide nombre y primer apellido. Marcos pesca etiquetas al caminar.
María en cambio habita dentro de su teléfono móvil. Ve la punta de sus zapatos cuando sale de casa y se mueve por costumbre. Conoce cada escalón, cada agujero, el número de pasos hasta el siguiente semáforo. Si escucha algo interesante levanta la cabeza, observa un instante, y lo planta en 140 caracteres para disfrute global.
Marcos y María se cruzaron.
Marcos hizo una foto y no vio más que una nuca, una chica caminando con la mirada perdida en la pantalla de su móvil. Marcos soltó una palabrota porque alguien sin cara no es etiqueta.
María escuchó el joder vaya mierda y no levantó la vista. Nada que plantar en su mundo, no merecía la pena esa molestia. María continuó navegando.
Marcos y María están hechos el uno para el otro. Ellos no lo saben pero, gracias a Internet, lo sabemos todos nosotros.


17 comentarios:

Unknown dijo...

simplemente, me encanta

Sara Lew dijo...

Sencillamente estupendo. Una historia muy actual: la incomunicación que trae el exceso de comunicación.
Un saludo.

Sol en las alturas dijo...

Qué relato. Me gusta. Lo he leído dos veces.

Me quedo por aquí.

Un beso, Microrelatista.

Mery dijo...

Eu também li duas vezes"pra entender"
relato gostoso...
um beijo da seguidora, Mery.

Una que yo me sé dijo...

Muy bueno, no sé si porque vamos hacia ello o porque ya hemos llegado.
Un saludo.

Lucas Fulgi dijo...

Muy divertido, y actual.

Citopensis dijo...

Gracias a tod@s por los comentarios.

Desde blogger para el mundo y tal.

Un saludo.

El Eskimal dijo...

Una triste historia de la soledad en Internet.

Elena Casero dijo...

Esto debe ser una historia real. <No estoy muy puesta en eso pero suena a eso.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me gusta mucho tu dibujo de la era de la comunicación.

Enhorabuena por un micro que funciona con la perfección de un ordenador.

Saludos.

Anónimo dijo...

Muy real como la vida misma. Te contaré algo, yo ando casi siempre con los ojos clavados en mi móvil cuando camino por la calle después de trabajar,cuando llego a casa apenas tengo tiempo, incluso escribo entradas caminando por la calle y las he publicado sin editar y sin pensar,puede que me pierda muchas cosas con esta costumbre,pero a veces necesito escribir sin mas y caminar por la calle me inspira mucho, te dejo algo que escribí con los ojos clavados en mi movil una mañana cuando me dirigía al trabajo.
SALUDOS

http://todoesposiblememe.blogspot.com/2011/05/girame.html

Javier Ximens dijo...

Encantador. Dos personajes de la actualidad. Muy bien narrado. Felicidades

Alfonso Carabias dijo...

Coincido con varios de vosotros, es como el retrato de dos personajes que podemos encontrar en muchas ciudades...

Un saludo.

El Canto de la Luna dijo...

Estamos tan conectados a las nuevas tecnologías que a veces dejamos de ver lo que tenemos realmente delante...
De todas formas hay que reconocer que los tiempos cambian así que...
adaptarte o morirte.
Buen relato.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Interesante como se dan personas que acaban uniéndose en órbita del destino.
Relato que atrapa.

Citopensis dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios.

Nunca un relato mío había sido tan comentado... o "posteado".

Un saludo.

Rosmy Eme. dijo...

¿ME HABRÁ PASADO ALGO PARECIDO Y NO ME DI CUENTA? JAJA ES QUE ADEMÁS DE SUCEDER ESTAS COSAS EN EL ÁMBITO DE LAS REDES SOCIALES, LOS DESENCUENTROS PUEDEN OCURRIR EN TODOS LADOS, MÁS VECES DE LO QUE IMAGINAMOS. LO QUE DEBERÍAMOS CAMBIAR NO SERÍA TANTO EL ÁMBITO DONDE NOS MOVEMOS PARA CONOCER GENTE, SINO LA ACTITUD PREJUICIOSA Y LIMITANTE QUE LLEVAMOS A TODAS PARTES QUE HACE QUE NOSOTROS MISMOS NOS CERREMOS LAS PUERTAS. ESTE RELATO ESTÁ GENIAL Y DIVERTIDO.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.