El año que nací fue el mismo que prohibieron soñar, también el que impusieron la vacuna contra los sueños. Mi madre consiguió librarme de ella, era una contadora de historias y aunque temía al nuevo orden sus ansias de narrar y evocar eran más fuertes que el miedo.
Desde el mismo momento de mi nacimiento no dejó ni una sola noche de relatarme leyendas, las susurraba en la oscuridad de nuestra única habitación y me dormía bajo la dulzura o el temor de las imágenes que sus palabras provocaban en mi interior. He volado con unicornios, navegué por los mares que Ulises recorrió, viajé a Narnia y exploré el espacio para contemplar naves estelares surcando la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todo con los cuentos que ella me regaló.
Los hombres de gris que ahora gobiernan la capturaron. Ha sido exterminada, era muy peligrosa, infectaba con sus narraciones a quien quisiera escucharla. Deambulo por los caminos buscando otros soñadores, sé que hay más enfermos del mal que me aqueja. Los encontraré y juntos nos sentaremos alrededor de una hermosa hoguera para contarnos todas las ficciones que llevamos dentro.
13 comentarios:
Nunca podrán quitarnos los sueños, Elysa. Y que no se les ocurra intentarlo, que aquí estaremos para rebelarnos :-)
Un abrazo.
Elysa, cuenta conmigo. Yo también soy un soñador que es capaz de creerse esta fabulosa historia y ponerme a buen recaudo de estos hombres grises que son un verdadero peligro.
Me alegra volver a leerte.
Bessets.
Es que los soñadores son muy peligrosos. Hacen bien en controlarlos. Esta soñadora tiene suerte de la herencia que le dejó su madre. Un beso Elysa, pero que estás ya bien recuperada.
Seguir soñando...eso es justo lo único que puede ayudarnos a ver un futuro menos negro.
Encantada de leerte de nuevo.
Un abrazo.
Hermoso microrrelato.
Soñar es todo un arte, (hay quien no tiene esa capacidad)
Un abrazo
sueños, sueños son como diria el poeta...
Roberto Pac
¡Pues viva los sueños!, ¿acaso los animales sueñan? .... Es nuestra gran diferencia, y yo quiero más soñadores juntos porque transforman la realidad en una nube de ilusiones fantásticas en las que poder perderte.
Me encantó Elysa. BESOS
¡¡Ni aún quemando todos los libros,podrán callarnos!!
Soñar es gratis,y nunca nos daremos por vencidos!
^^
Los sueños son nuestro verdadero patrimonio.
¡Que bien lo has sabido plasamar, Elysa!
Un abrazo,
Destacas con brillantez el hecho de que relegan a las personas que quieren cambiar su dominio de las cosas. Los que soñamos vivimos plagados de patócratas enloquecidos de avaricia.
Como especie nuestro experimento se encuentra interrumpido.
Pero algún soñador inventará la manera, aunque solo dure un ratito lo logrado.
Soñar, perderse en las fantasías...es algo que no pueden quitarnos ni con vacunas, huiría en busca de soñadores, pero no nos vencerían...seríamos enfermos felices.
Besos.
Yo no puedo evitar seguir evadiéndome a fantasías infantiles imposibles periódicamente. Tu relato me ha pillado leyendo Farenheit 451. Me gustó mucho, el relato y la coincidencia.
Jope, Elysa, que bien describes los tiempos actuales, donde nos quieren eliminar. Somos las virutas del tronco sistema. Este relato es un canto a la libertad. Felicidades
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