Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 10 de noviembre de 2011

A la carta

-Adolescentes, mujeres, homosexuales y otras razas; ciento diez euros. -Recita la voz metálica.
La oferta es variada.
Escojo en Otras razas.
Varón caucásico.
Configuro el aspecto físico del directivo de la empresa en que trabajo y procedo a desestresarme.
Mi esposa la segunda. Cuando esté más relajado.


Montse Aguilera

10 comentarios:

Rocío Romero dijo...

Jopé Montse, directo al estómago. Genial, uff
Besos

Paloma Hidalgo dijo...

Menuda sacudida acabo de recibir. Qué calambrazo, aún me escuece.Y lo mejor es que tu asepsia al escribirlo le suma crudeza. Es muy tuyo, muy bueno.

Nicolás Jarque dijo...

Montse, muy original este relato a la carta en que si pudiéramos elegir de quien nos rodeamos... aunque te digo que la vida sería más aburrida.
Un abrazo.

Maite dijo...

Vaya, Montse, lo he tenido que leer dos veces porque pensaba que la selección era para elegir compañía, no para elegir de quien deshacerse!! Muy bueno

Unknown dijo...

Excelente.
Tehas manifestado como un Julio Verne de la selección futura, con sus opciones.
Con éste tipo de sucesos se previene un futuro tan hi-tec que todo mundo andará armado como en el antiguo oeste.

Lucas Fulgi dijo...

Muy buena idea. Excelente micro.

Saludos

Elysa dijo...

¡No me des ideas, Montse! Me ha gustado esa economía de palabras pero cuanto cuenta.

Besitos

Elysa dijo...

¡No me des ideas, Montse! Me ha gustado esa economía de palabras pero cuanto cuenta.

Besitos

montse dijo...

Gracias a todos por comentar! Y agradecimiento especial a Maite, que ha hecho una lectura paralela, enfocando desde otra perspectiva perfectamente aplicable y en la que no había pensado al escribirlo. Es mi primer micro aquí, en El Microrrelatista, y me ha hecho mucha ilusión. Abrazos a todos!!! :)

Anita Dinamita dijo...

Montse, qué buen estreno!!! Yo quiero una máquina de esas, de desestresar con quien quieras.
Abrazos

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.