Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 7 de noviembre de 2011

Delirio

Hay quien tiene delirio de mártir,  el de Marta era personaje de ficción; por eso, tenía por costumbre alquilar una habitación de motel y darse largas duchas, mientras fantaseaba esperando oír una melodía repetitiva y punzante. Incluso llegó a dejar abierta la puerta de la habitación y entreabierta la del baño para invitar al asesino, pero éste nunca llegó. Al final de su historia terminó instalada en casa de su hijo, dándole conversación a diario, sentada en su  mecedora, perfectamente disecada.

www.relatosenlinea.wordpress.com

15 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

De una manera o de otra, el delirio se cumplió... nunca se sabe como. Muy bueno!
Abrazos

Señorita Rock'N Roll dijo...

Ser asesinada en el hotel me habría parecido menos cruel. Muy buen relato.

Un beso.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

De tal palo...

omar enletrasarte dijo...

fue por verdura y le dieron la papa!
jeje
saludos

ArteDeAmar dijo...

Buscando que le acontezca algo,ya hara nuevos intentos.
Besitos de Arte.

Rosa dijo...

Lo buscaba fuera y lo tenía en casa, jeje.

Besos desde el aire

Enmascarado dijo...

...Es que tenía que ser así.
La evolución lo requería.
Saludos.

Paloma Hidalgo dijo...

De padres gatos dice el refrán que hijos mininos, aquí yo creo que hijos panteras sería más adecuado.

Saludos

Juan Carlos Partidas dijo...

Mmmmm... ¿y cómo se llamaba su hijo?... ¿Norman? :)

¡Saludos!

PD: Por cierto, muy bonita la imagen del cabezal, y tienes razón lo que dices de Galantz. Me encantan sus Pequeñas Bestias y las sigo desde hace un tiempo.

Unknown dijo...

¿Te dió un ataque Hitchcockiano?

Ana Crespo Tudela dijo...

Qué miedo! A mí tambien me ha recordado a Psicosis.

Javier Ximens dijo...

Muy bueno. Confundió el personaje pero no le guión. Relato muy bien tejido

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Buen relato, David!

Da gusto ver cómo los protagonistas logran cumplir sus anhelos.

Un saludo.

Elysa dijo...

Bien de una manera o de otra logró cumplir su anhelo.

Besitos

Tonet dijo...

Muy buena la perspectiva..:)
Un abrazo

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.