Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 11 de septiembre de 2011

Compadres

Los ojos de Ramón brillaban como el carbón encendido. No era un paisano malo, pero esa mirada centelleante hacía torcer la jeta a más de uno. En silencio, desde el fondo de la barraca mal iluminada por un quinqué a kerosene, Ramón escrutaba a su mujer, que asistía a la esposa de su compadre a parir su primer cachorro. Entre esos cuatro no había vergüenzas ni intimidades, una confianza de años de campo los hermanaba. El grito dolorido de la mujer anunció la llegada del crío, y en el fulgor de sus ojos, el crío delató a su padre. Después todo fue aullidos y rojo.

23 comentarios:

Rosa dijo...

Me ha gustado su re-lectura.

Besos desde el aire

Lucas Fulgi dijo...

Muy bueno.

Towanda dijo...

No me extraña que todo se tornara rojo.
¡Qué bueno!.
Abrazos.

Dirty Clothes dijo...

No creo que nadie se atreva a decirle nada al tipo duro... ;p genial relato¡¡¡

dirty saludos¡¡¡¡

Juanchi dijo...

Un texto con sabor a campo y a còdigo del campo. Muy bueno.
Un abrazo a todos.
Juanchi

Juan Ojeda dijo...

Muy bueno!,

un fiel bosquejo de letras con un final grandioso,

les dejo un gran abrazo.

Pluma Roja dijo...

Bue, Traumático final.

buen relato.

Saludos cordiales.

Sabrina dijo...

Un texto que dice tanto con tan poco, la mano de Humberto se hace notar. Un cariño.
Sabri!

Javier Ximens dijo...

A veces no hace falta el ADN. Me gusta como lo dices sin decirlo claramente.

Torcuato dijo...

Un micro de maestro, Humberto.
Felicidades.

Unknown dijo...

Bien contado.
Un caso que sucede a tantos que no guardan la privacidad de la casa.

Susana Camps dijo...

Genial: no se puede ser más parco en un escenario como el retratado, ni más elocuente. Abrazos.

Anónimo dijo...

No fueron los primeros, ni tampoco serán los últimos. Saludos Dib, muy bueno.

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Si, evidentemente había mucha confianza, quizá demasiada.

Humberto Dib dijo...

Muchas gracias a todos por las palabras de apoyo, siempre es un honor participar en este espacio de colegas.
Un abrazo.
HD

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Pureza gaucha, Dib.

Seguro que si busacamos, acabaríamos poniendoles nombres y apellidos.

Excelente micro. No se puede decir más en menos.

Un abrazo.

Stefania dijo...

Una pequeña obra de arte, es muy bueno leer tus textos en tan divrsos espacios. Aquí entre tus colegas.
Creo que a los compadres de les confundieron los tantos, hay cosas que no se comparten.
Un saludo a tan interesante blog.
Un beso, Humberto. Stefi

Sandra Montelpare dijo...

Vengo atrasada de lecturas! Excelente, Humberto!

Carlos Pérez dijo...

Estupenda entrada y estupendo blog
Enhorabuena

Carolina dijo...

Hoy estoy de recorrida de blogs, y me encuentro con un texto de Humberto. Que gran escritor! Excelente, es un placer este blog lleno de autores tan buenos.
Caro

LaLy dijo...

Me gustan los rojos enlazados en tus letras y la imàgen.

Saludos


LaLy

Paloma Hidalgo dijo...

Ese color rojo corta la respiración, muy conseguido.
Un saludo

fus dijo...

Este chico no vino con un pan bajo el brazo....

me ha gustado el relato

un abrazo

paco

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.