Convivir con fantasmas es complicado. Lo descubrí al llegar a Madrid, a esta buhardilla algo destartalada del barrio de Lavapiés con muebles de esos de madera antigua que respiran historia. Pinté las paredes, puse algunos cuadros, pero dejé aquel marco olvidado sobre el tocador.
Al principio no me di cuenta, pero ella estaba ahí y poco a poco fui estableciendo una relación con la mujer de la imagen. Le saludaba por las mañanas y ella me devolvía una sonrisa e incluso algún día me llegó a hacer burla. Lo vi por el rabillo del ojo mientras salía por la puerta.
Con el tiempo dejó de sonreirme. Por las noches intentaba animarla contándole historias. El trabajo le aburría, lo supe enseguida, así que empecé a inventarme fiestas, divertidos amigos, enredos amorosos... pero también de esto se cansó y comenzó a mirarme huraña como si mi presencia le molestara.
La situación llegó a hacerse insoportable. Tuve tentaciones de tirarla por la ventana pero no pude, así que terminé poniendo la buhardilla a la venta. Creo que el nuevo inquilino le caerá mejor. Es un joven estudiante de medicina bastante atractivo, y parece simpático. Hoy me ha llamado para decirme que me dejé olvidado un espejo sobre el tocador y, como le pareció antiguo, pensó que podía ser un recuerdo de familia.
Puck
Al principio no me di cuenta, pero ella estaba ahí y poco a poco fui estableciendo una relación con la mujer de la imagen. Le saludaba por las mañanas y ella me devolvía una sonrisa e incluso algún día me llegó a hacer burla. Lo vi por el rabillo del ojo mientras salía por la puerta.
Con el tiempo dejó de sonreirme. Por las noches intentaba animarla contándole historias. El trabajo le aburría, lo supe enseguida, así que empecé a inventarme fiestas, divertidos amigos, enredos amorosos... pero también de esto se cansó y comenzó a mirarme huraña como si mi presencia le molestara.
La situación llegó a hacerse insoportable. Tuve tentaciones de tirarla por la ventana pero no pude, así que terminé poniendo la buhardilla a la venta. Creo que el nuevo inquilino le caerá mejor. Es un joven estudiante de medicina bastante atractivo, y parece simpático. Hoy me ha llamado para decirme que me dejé olvidado un espejo sobre el tocador y, como le pareció antiguo, pensó que podía ser un recuerdo de familia.
Puck
11 comentarios:
Espero que a la protagonista le sentase bien en cambio de aires. Parece que lo necesitaba.
Eso si, yo, por si acaso, me olvidaba de ir a recoger el espejo, nunca se sabe donde están los demonios.
Me encanta que, al final, el estudiante simpático intente endilgarle el espejo de nuevo. Todo el relato es una travesura muy Puck, fresca y bien narrada.
Besos.
Ella misma era su propio fantasma. Muy bueno Puck.
Besos desde el aire
Los recuerdos...yo acabo de alquilarme un piso...a ver que surge...y no soy un joven de medicina..jeje, un saludete dese Murcia...seguimos...
Bien, aquí tenemos el relato que una vez leído hay que volver a leer pues el final todo lo cambia. De entrada me has sacado una sonrisa, que nunca vienen mal en estos tiempos. En la segunda lectura se aprecia el deterioro de la protagonista en ese espejo. Me gusta. Además, cambia de piso, abre una puerta. Te felicito por el relato.
Me gustó bastante este micro, muy refrescante y con un cierre genial, ágil en su lectura.
Saludos cordiales.
Luisa, eso que no creo en meigas pero haberlas...
Susana, jeje yo creo que no se atrevía a tirarlo o romperlo, por eso de la mala suerte...
Rosa, ¿quién no ha tenido un fantasma alguna vez?
alp, ¿y te encontraste algún espejo olvidado? puede tener fantasma o ser el principio de algo...
Ximens, brindo por esa sonrisa :-)
Pluma Roja, me alegro de que te guste
Saludillos
¡Que bueno, Puck!
Tal como dice Ximens, en cuanto acabas de leerlo el propio micro te pide que vuelvas a empezar.
Destaca el proceso de cambio de la protagonista, esa cuesta abajo que acaba en huida de su destino y casi de si misma.
Te felicito. Enhorabuena.
¿Y qué tienes tú en contra de los fantasmas?. Además ella estaba antes :-).
Me gustó mucho.
Me gusta el final, que nos permite darle el giro que querramos.
Saludos.
Pedro, gracias
Cybr, jajaja, nada, nada, antes no creía en ellos pero como dicen los gallegos... haberlos... jajaja
José Manuel, eso es, cada cual que piense lo que quiera
Saludillos
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