Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 11 de noviembre de 2012

EL ANIMAL DORMIDO


Todos tenemos un lado oscuro en el alma, un animal dormido que cuando menos lo esperamos reaparece. Por eso hay que estar atentos a las pequeñas incoherencias que nos permiten vislumbrar fugazmente ese abismo. Puede que aquel día bebiéramos de más, seguro, todos... pero de pronto, por una mínima discrepancia, montaste en una cólera ciega. Luego todo se apaciguó y volvieron las risas a la mesa. Aquel episodio se me quedó bailando en al alma, casi olvidado, hasta el día en que tu puño impactó en mi cara.

Autora: Marga González

8 comentarios:

Maga h dijo...

Buenísimo.

Sentí un puño en mi pecho al final del microrelato.

Saludos.

Unknown dijo...

Ay que aprender a despertar al animal dormido que por instinto, se defiende.

Unknown dijo...

Hay que promover el cese de las relaciones adversariales en la pareja.
La primera regla es que jamás se puede incurrir en una agresión física.
Ciertamente que caer en hechos así animaliza.

Anónimo dijo...

Excelente micro en el que nos demuestra que hay que estar atentos a la mínima expresión de violencia, aunque sea enmascarada detrás de algunas copas.¡El animal duerme dentro de esos ejemplares!

Amapola Azzul dijo...

Claro que todos tenemos un animal dormido dentro, supongo que son los insteintos, se supervivencia, y de un montón de cosas más, de autodefensa, enfin te doy la Razón.

Supongo que te refieres a esos actos que se hacen sin pensar , de forma automática.

Besos.

Juan Esteban Bassagaisteguy dijo...

¡Qué buen final! Corolario ideal para lo leído previamente.
¡Saludos!

Paloma Hidalgo dijo...

Ese baile en el alma y el final, de impacto, lo mejor de un relato coherente, duro y bien escrito.

Saludos

JF dijo...

Se me hace muy parecido a Jekyll y Mr. Hyde... casi todos tenemos un animal oscuro dentro de nosotros.

Habrá sido error haber olvidado aquel eísodio?

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.