- Se la he cedido para que protesten contra mi, y expongan sus peticiones.
- Has hecho bien. ¿Y este muerto?
- Ah, ese, lo tuve que matar.
- ¿Y eso?
- Tenía un punto de vista distinto a estos, e incluso estaba a punto de convencer a alguno que otro.
- Entonces, estaba de tu lado.
- No, no. Estaba contra mi.
- Pues no lo entiendo.
- No pasa nada, corre, ve a la plaza a aportar ideas.
Torcuato González Toval.
6 comentarios:
En estos tiempos que corren tener ideas, pensar, es muy, muy peligroso. Excelente. Un abrazo.
Un texto bastante, bastante diciente Torcuato. Mis respetos y felicitaciones.
Los tiranos en su ambición de permanencia siempre asesinarán a quienes tienen distinta opinión.
Excelente retrato.
Un abrazo.
Leí este relato en tu blog hace unos meses y me gustó. Sin embargo, ahora que me han abierto los ojos a un par de famosos ejemplos nacionales de rebelión prefabricada, pantomímica, -exitosos en contraste a las masacres de resistencias auténticas- el micro me sabe más amargo, y lo comprendo mejor.
Gracias por leer y comentar.
Yun, tienes razón, muy amargo.
Un golpe de realidad...
Besos desde el aire
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