Batman lleva unos días taciturno. Robin se ha quitado el disfraz y disfruta perdido entre las curvas de una mujer llena de espinas. Catwoman hace tiempo que no salta a su ventana y su fiel mayordomo, Alfred, pierde el tiempo entre gintonics machacando un hígado que ya parece paté. Batman, sobre la torre más alta de Gotham, echa de menos a todos los locos de Arkham. El Joker, Pingüino y Enigma son ahora ricos de videojuego. No hay héroe cuando no hay enemigos que quieran pecar. Las nubes exponen su estómago en un cielo morado de cómic, todo parece listo para que Gordon lance la Batseñal pidiendo ayuda ante un caso difícil, de esos que se arreglan con brazos rotos y voz oscura tras una sombra que no se ve. Batman escucha el ruido de frenos, las sirenas, el gorjeo de un par de palomas aleteando alrededor. Ahí abajo todo parece tranquilo, distante. Bajo la máscara, inclinándose un poco, piensa que nadie echará de menos a Batman cuando encuentren muerto a Bruce Wayne.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
viernes, 13 de enero de 2012
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
3 comentarios:
Urge ya ver ésto en un comic.
O en muchos...
Un saludo.
¡Hombre, Batman, cuanto tiempo!
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