Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

martes, 2 de agosto de 2011

Molestos compañeros

Un día intentó desterrarlos. Los echó a patadas de su vida pero solo consiguió que volviesen con más fuerza. Con un palo los golpeó hasta desfallecer; se marcharon arrastrándose y regresaron erguidos a su puerta. Probó con todo lo que tenía en casa: atizador y taladro, matamoscas y abrelatas. Incluso azuzó a su caniche experto en ladridos agudos. Nada. Ellos permanecían a su lado, inmunes a cualquier intento de ahuyentarlos. Resignado a vivir con ellos para siempre, decidió ignorarlos. Y los miedos, al fin, lo dejaron en paz. 



9 comentarios:

Sandra Montelpare dijo...

La desesperación no es buena compañera de los miedos. Aprendió a vivir con ellos y los conjuró. Qué linda conjunción de micro e ilustración Sara!!

Unknown dijo...

Es lo que se debe hacer con los miedos, dejar que se cocinen en su propia salsa.
Un micro preciso y acertado como los que te caracterizan.

Beso grandote, Sara

Sara Lew dijo...

Sacamos toda nuestra artillería para erradicar los miedos, pero se hacen más fuertes si les prestamos demasiada atención. Al final lo mejor es aprender a vivir con ellos.

Gracias Sandra y Patricia por vuestros comentarios.
Abrazos para ambas.

Pilar dijo...

Me gusta!

Sara Nieto dijo...

Me gusta mucho tu micro. Encierra una gran verdad.

Saludos

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Tiene mucho mérito, no es nada fácil ignorar tus miedos.

XAVIER BLANCO dijo...

Sara, muy buen micro y precioso dibujo. Me alegra ver tus dibujos aquí y tus textos.
Un abrazo

Nel Morán dijo...

Es el mismo de tu blog, me gustó allí y me gusta aquí.

Blogsaludos

Unknown dijo...

El miedo es como el eco, hay que dejarlo pasar.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.