Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

jueves, 18 de agosto de 2011

LA CAÍDA.

Que mosca tan perra. Ataca por todos los flancos. No deja comer en paz.
Mi mujer grita que no se la eche y contesto que sólo evitaba que se parase en mi arroz.
Pero el insecto no ceja. Tan pequeñita y tan veloz. Parece torearnos todos los revistazos que le mandamos, y vuelve a embestir. Su risa no se escucha pero se siente. Pues de repente aparece y nos zumba por la oreja y a veces nos aterriza enfrente. Me coordino con mi conyuge para espantarle hacia la puerta del jardín y que abra de repente y sacarla.
Lo logramos.

Ella manifiesta una duda.---¿Y no dejaría huevos para que luego nazcan más moscas?-

---NO,-- Le digo, ---Era una mosca macho.---

---¿ Y cómo lo sabes?---

---Aún tengo buena vista.---

18 comentarios:

Juanlu (Luiyi) dijo...

jejeje, muy bueno!

Un abrazo!

Luisa Hurtado González dijo...

Ole la chulería!!!
Pero, no es por hacerle de menos, yo no lo crería.

Rosa dijo...

Jejeje!!!

Saludos desde el aie

Javier Ximens dijo...

Da gusto que me hagas sonreír. Me recuerda a la pregunta de mi mujer cuando llevamos diez minutos en el coche camino del pueblo: ¿Has...? Menos mal que el protagonista tenía buena vista, si no arroz puñetas.

Javier Domingo dijo...

Me hizo reír a mi también. Muy bueno.

¡Un abrazo!

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me has hecho reir.

Gracias.

Lucas Fulgi dijo...

Muy bueno che... gran final.

Sara O. Durán dijo...

jajajaja, favorablemente yo no tengo buena vista. Muy divertido tu relato. Gracias por visitarme, por aquí me tendrás seguido.
Un abrazo

Sara Lew dijo...

Me ha gustado leerlo. Muy gracioso.
Un saludo.

Pilar dijo...

jajaja, hablando de moscas.
Un abrazo!

Towanda dijo...

Muy bueno Carlos... y que buena vista tenía el "sexador" de moscas.
jajajaja.
Un abrazo.

Pluma Roja dijo...

Ya dijo alguien por allí, naturalmente alguien escritor que todos los que escribimos hablaríamos alguna vez sobre la mosca. Precisamente yo tengo un cuento sobre una mosca. y he leído varios cuentistas hablando sobre la mosca.

Mi memoria me falla para acordarme del escritor que dijo lo anterior.

Gracias por tu visita, te sigo.

Hasta pronto.

Unknown dijo...

Tampoco sé quien lo diría, supongo que hablar y escribir acerca de moscas se pierde en la noche de los tiempos.
Y es que la mosca nos da envidia a los humanos, a veces una envidia superior a la que sentimos por las aves.
Pues la mosca no sólo vuela, sino que su ingeniería biológica contiene un sistema de piernas y rodillas que le dan una tremenda capacidad de despegue al poder resortear un salto gigante en proporción a su tamaño. Sino que además espía. Puede estar en una habitación como presencia invisible y enterarse de todo. La mosca ;el gran testigo sin límites.
Como referente del cine tenemos la película "The Fly" con Jeff Golblum, cuyo parecido físico con un camarero de Acapulco le dió a éste último el apodo "La mosca".
( Tacos de pescado sobre avenida costera para quienes lo quieran conocer o aumentar sus conocimientos de trivialidades.)
Y muy especial presencia de moscas en la cinta "Tráiganme la cabeza de Alfredo García de Sam Peckinpah, que al hacer una parada a comer en carretera , el pistolero que trae dicha cabeza en el piso trasero del auto se da cuenta que los niños locales se acercan y dicen ---"Mira cuantas moscas".---"
Y se puede tener una conversación acerca de moscas que pudiera no tener fin, de reunir una gran mesa de amistades y familia.
A todos ustedes que me han privilegiado con sus comentarios no sé como agradecer y por igual les sigo leyendo y aportando por igual comentarios, cada oportunidad que tenga de ejercer el gran vicio de la lectura.

Anónimo dijo...

¡Qué ingenioso, Carlos! me voy con una sonrisa derechito a dormir. Gracias amigo. Esto hace bien.

Anónimo dijo...

Esas moscas arriesgan el pellejo por el placer de fastidiarnos y ya. También las he escuchado reir. Magnifico final. Saludos.

El Eskimal dijo...

Está bueno. El final, muy bueno. F

Mar Horno dijo...

Muy divertido Carlos, real como la vida misma.

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

Un relato mosca, para mosquearse con el sexo de las mismas y quien lo afirma con tan buena vista, porque es posible que nos quedemos "con la mosca detrás de la oreja" y no en la sopa.

Un saludo cordial.

Elisa desde una charca.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.