Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 17 de mayo de 2013

DESPIDO.

---De ninguna manera la estamos despidiendo por racismo, señorita.
Lo que no podemos tolerar en ésta empresa es el canibalismo. Usted intentó comerse al contable. El pobre sigue bajo atención psiquiátrica.---

---Está bien, me voy; musitó Mulumba agachando la cabeza.--- Pero ya de salida volteó y le dijo al director: ---A mejores personas que usted me he comido.----

9 comentarios:

Tio Antonio dijo...

Seguro que antes de comérselo, le decía: "Hola ,"tio bueno" y el pobre se creyó que era algún cumplido.

Saludos.

Andrea Vinci dijo...

¿A que si el canivalismo es a la inversa no lo echan?

Amapola Azzul dijo...

:), buen relato, me hizo feliz.

Besos.

Gran imaginación, abrazo.

Enhorabuena por el post, besos.

Unknown dijo...

No todas las empresas comprenden ritos culturales, éste ejemplo en el mundo de hoy quedaría catalogado como racismo.
Por éso la empresa prefirió dejarla ir.
Al criminal no lo pueden tocar ni con el pétalo de una rosa; ojalá enforzaran por igual los derechos de las víctimas.

Arturo dijo...

Carlos:
Con el tema de los derechos, tan malo es pasarse, como no llegar.
Un gran abrazo.

Andrea Vinci dijo...

Dependen de cuáles sean las víctimas, lo hacen...

alp dijo...

eso es qeu tiene mucha hambre...un beso desde Murcia...

Marina dijo...

jajajajajajaja. ¡QUé bueno! Cualquier día me como yo a alguien.

Un abrazo bonita

El Eskimal dijo...

Genial como se mezcla una frase común, como es la de "De mejores lugares me has despedido" con esta intención de canibalismo. La mujer podría demandar.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.