Si los hubiese visto antes,
tal vez no estarían en el estado en que los descubrí. Una madre sola, poco puede
hacer. El señor padre, un ejemplar de alta sociedad, bien distinguido, sin
penurias de ningún tipo, recorriendo las calles de Lagoa, orondo, con su traje impecable
de color canela. La madre, delgada, de grandes ojos verdes, sencillamente
ataviada, hacía lo que podía por criar a sus pequeños hijos, dos de ojos
celestes por herencia paterna. Los miré con amor y creo que lo advirtieron. No
entendieron mi lengua. Ellos eran brasileños. Pedí permiso a su madre y les
tomé una foto. Nada más.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
7 comentarios:
Precioso y triste microrrelato amiga, una madre lo da todo por sus hijos (por regla general) pero hay "algunos padres" que se desentienden de ellos.
Al final, no son felices por mucho que digan.
Besitos, buen finde Zuni...
Gracias por enseñarlos tu fotografía.
Un abrazo
Qué triste esa realidad que dibujas en tu micro, la foto que colocaste realmente bonita aunque no sea la delos niño, que entiendo no sería adecuado.
Precioso Zunilda, saludos,
Tan triste como bello.
Saludos
Un fiel retrato que se multiplica mostrando una falla más de una sociedad desigual.
Hasta que la humanidad entienda que no debe haber excluídos de la riqueza de la tierra, pues ésto nos afecta a todos.
Saludos, bello relato como siempre.
Bonitas letras.
Zunilda:
Es muy frecuente ese tipo de conductas, donde el padre prosigue con su vida de soltero aunque tenga mujer e hijos. El que tenga dinero no cambia tal costumbre, yo he visto padres de familia pobre que dejaban mujer e hijosen casa y salía a jugar naipes y si la suerte le era amiga, terminar la noche con una mujer de la vida.
Existe desde siempre otro mundo muy diferente al que imaginamos.
El relato muestra la visión nuestra con gran sentimiento.
Saludos cordiales.
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