No quiero alarmar a la Humanidad, pero sí avisarles sobre un hecho que se está gestando, casi en silencio, y que tiene como finalidad cambiar el mundo. Esta cuestión no se debería tratar en un blog literario si no fuese porque he comprobado, gracias a un microrrelato de nuestra compañera Susana Pérez, que todo aquello que vaticinaba la revista científica “NATURE” se está cumpliendo. La prestigiosa publicación, de manos del afamado científico TRISTANBAKER, lleva años incidiendo en la idea, cada vez más patente, que los finlandeses y sus estudios científicos quieren dominar el mundo, y acabar con la reproducción humana de forma tradicional. Se proponen que todos seamos rubios, altos, responsables y con pocas ganas de jarana, a no ser que nos encontremos en Benidorm, la Palma o Ibiza. Por eso pido a la población que tomen precauciones: aléjense de los fineses que estudian,usen gafas de sol para evitar contacto visual con ellos, diviértanse ahora que pueden y sobre todo no lean más de la cuenta.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
miércoles, 28 de diciembre de 2011
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
8 comentarios:
Muy bueno, Nicolás.
Excelente consejo final, válido -incluso- si los fineses desaparecen de la faz de la Tierra.
Un abrazo.
Exquisito.
Pero se puede saber de donde has sacado todo esto? Y por qué me metes a mí en tus historias? Mi información vino de fuentes fidelignas, lo aseguro.
Jejeje, me pondré gafas de sol y me divertiré por si...
Besos desde el aire
Después de que el 50% de las noches (siendo generoso con ellos), mis vecinos decidan que no es hora de dormir hasta las 2-3 de la mañana con las paredes de los pisos de hoy en día escuche cuando entran cuando hablan cuando hacen los vecinos... De veras, ojalá triunfen los finenes. A mi lo de los rubios me da igual, ya soy calvo. Y adoro el mítico silencio nórdico.
Dudoso que lo logren con los chinos siendo la mayor población; es muy posible que les fuése útil estudiar pekinés o cantonés.
45% de la producción de pollo del mundo vive allá, échenle número.
Bueno, te haré caso y procuraré divertirme, ya que vivo en Valencia y hace calor.
Aquí no vendrán, saben que les salen ampollas en la piel.
Besos y feliz año.
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