Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL LIBRO QUE TRIUNFÓ CON TODOS LOS LECTORES.

Había creado un libro perfecto que a todos agradaría. Las hojas eran comestibles y venían en 23 sabores.
Bastaba agregar agua caliente o fría al gusto.

8 comentarios:

Maite dijo...

Es posible que este libro estuviera escrito en inglés y se tuviera que leer a las 5 de la tarde? :-)

Dyhego dijo...

Serían libros de gominolas.

Anita Dinamita dijo...

Buenísimo, mmm, me comí tu micro, lo siento tendrás que poner otro

Unknown dijo...

Maite,muy probable que el libro fuése producto americano, con ésto de la vida de prisa,y de querer hacer todo instantáneo, aunque yo en lo personal soy feroz gourmet y degustador de la comida lenta,fresca y deliciosa.

Dhyego, también tiene hojas de gomitas, entre la variedad.

Anita que alegría compartir ésta comida virtual,aunque me hubiése encantado compartir la mesa para el teriyaki de pollo al vino y verduras del cual me zampé tres platos.

Anonima Mente dijo...

Qué apetitoso! dan ganas de leerlo

Doctor Krapp dijo...

Siempre habrá un humano que adore el sabor 24 y se sienta descontento. Perdona mi pesimismo.

Juan Vásquez dijo...

Ah me acordé del olor de los libros de la biblioteca de mi papá, olerlos da hambre. felicidades carlos!

Torcuato dijo...

Este libro hay que leerlo después de las comidas.
Un abrazo Carlos.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.