Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 14 de junio de 2013

ACCIDENTE CASERO.

Siguiendo su rutina de cada mañana Douglas de Mitre tomó su café y procedió a ir al baño a llevar a cabo lo que campesinamente se conoce como " hacer del cuerpo."
Como persona de limpias costumbres, al terminar  se lavó las manos y procedió a sanitizárselas con alcohol, y al comenzar a preparar el desayuno, en cuanto encendió la estufa  sus manos echaron llamaradas por estar aún frescas del anterior líquido. Por reflejo las palmeó y como no se apagaban las puso bajo el chorro del agua, ésta vez logrando extinguir el fuego. En ése mismo instante sonó el timbrazo del teléfono y Douglas tomó el auricular a la vez que soltó el grito lastimero---PUTA MADRE.-- La voz que le contestó fué preguntando:---¿Cómo sabías que llamo yo, hijo?--- 

10 comentarios:

omar enletrasarte dijo...

qué bien, loco!
te mando un saludo

Andrea Vinci dijo...

Hola Microrrelatistas, los invitamos a dejar sus micros "Dinosaurios" en la entrada correspondiente al viernes 14 del blog de Punto y Seguido:

http://puntoyseguidoescritores.blogspot.com.es/

así los podremos incluir en la próxima Antología

Perdona Carlos la intromisión...

Andrea Vinci dijo...

Ahora sí, MUY gracioso, y las madres, siempre tan comprensivas...

De paso te cuento que estoy mejor, y que me gustaría mucho ir a Oaxaca, no sólo a visitar chamanes (aunque a eso también).

Un abrazo desde el DF

Anónimo dijo...

Jajajaja!!! A eso se le llama tener suerte y el don de la oportunidad!!!
Un microrelato muy bueno!!! Me he reído imaginando la escena!!!
Un abrazo inmenso!!!

Amapola Azzul dijo...

jajjja. :) besos.

Dyhego dijo...

jajajaja.
salu2.

Doctor Krapp dijo...

Un hombre limpio, un estupendo hijo y una madre comprensiva. ¿Hay algo que pueda mejorar tan hermoso sentido de la familia?

Bluesman in the dark dijo...

¡¡Qué buen encaje tenía la madre!!

Un saludo

http://misrelatosyesteblog.blogspot.com.es/

Bee Borjas dijo...

Qué patán que eres! Jajaja!!! Tienes la virtud para hacerme "ver" la escena y no puedo dejar de reír!!!
Genial, Carlos! :-)

Unknown dijo...

Comparto y agradezco carcajadas con todos ustedes que padecen un caso similar de psicoletrosis patológica obsesiva.
Como dice Bee es una escena que basta mirar lo descrito para ver como se produce ésta sinergía en la secuencia hasta llevar al pobre tipo al grito de dolor que lo hace blasfemar. Y nos aparece la mamá tan linda que se excede de buena gente.
No sé si es lo correcto reír de mi propio chiste, más bien me han contagiado las risas con que premian ustedes éste retrato de una posibilidad.
Mientras yo mismo dude de mi cordura es que aún la tengo, el problema comienza cuando uno cree saberlo todo.
Sólo se sabe todo al tener 15 años de edad, después ya nada es tan seguro.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.