Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

lunes, 11 de julio de 2011

FLECHAZO CERTERO.

Acertó cupido en unir el amor del joven poeta sin dinero con el billete de la rica heredera. A pesar de que las malas lenguas decían que era por interés, él alcanzó el éxito con las millonarias ventas de "Poemas desde mi Ferrari".
Dejó atrás su estilo amargoso y confesó en una entrevista que atribuía su nueva inspiración a un régimen estricto de caviar beluga con champagne.
También dijo que habiendo soportado la miseria, se sentía preparado para ignorar la envidia colectiva de sus colegas.
Remató con un filosofazo: "Si nadie es perfecto, porqué habría de serlo yo."

5 comentarios:

Rosa dijo...

poeta suertudo, habría que leer esos poemas desde el ferrari...

Saludos desde el aire

Sara Lew dijo...

Rápido se acomoda el hombre a la buena vida... Sería interesante leer esos poemas desde el ferrari, seguramente "derrochan" imaginación.

Un saludo.

Sergio DS dijo...

Lamento informar, pero Cupido hace tiempo que murió, o al menos eso cuenta la canción:
http://superehore.blogspot.com/2011/02/cupido-ha-muerto.html

Desde luego, nadie es perfecto!

Miguel Ángel Pegarz dijo...

El anamorarse se enamoró. Estamos dilucidando qué fue lo que realmente conquistó su corazón. Me encantó.

Unknown dijo...

Gracias por sus comentarios acerca de éste ceniciento de alta velocidad convertido en gourmet y transformado por sus nuevas condiciones existenciales a través de los cuales advierte que en lo personal prefiere ser rico y feliz, que pobre y triste.
Y se resigna ante el hecho de no poder salvar al mundo, pero sí salvarse sólo.
Una especie de utopía individual y exclusiva, la cual lo impulsa hacia un futuro más festivo.
Y más vacilón.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.