Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

domingo, 3 de julio de 2011

Dos padrenuestros y tres avemarías

Una sospecha cruzó su mente. Fue justo cuando aquel pájaro se posó encima de la figura del Cristo suplicante y cubierto de harapos. Era una paloma de un blanco níveo, puro… Inocente. Como el chico que acababa de enviar a prisión. El fallo lo tuvo claro nada más verle. Con esa pinta, esos agujeros por toda la cara, esos tatuajes en los hombros, ese pelo y esos pantalones rajados. Parecía que venía de otro planeta. Dónde estaban aquellos jóvenes de antes, con respeto por la normas, por las apariencias. Las pruebas resultaron exculparle pero él no se dejó engañar: su aspecto lo delataba. Estaba seguro hasta hoy… Para quitarse de encima la molesta duda ese día cantó la saeta más sentida de toda la procesión. 

2 comentarios:

Rosa dijo...

Así lava mucha gente su conciencia.
Con eso arreglan su mal hacer.

Me gustó.

Saludos desde el aire

Unknown dijo...

Vaya juez.
En la calle está lleno de gente que juzga por las apariencias.
Éstos no pueden detectar al malvado que se oculta bajo el disfraz de ser un ciudadano genérico más.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.