Daniel Galantz es un fantástico humorista gráfico que los que siguen este blog ya conocerán. Para los que no lo conozcan recomiendo que visitéis su blog GALANTZ.

Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.

¡Gracias Daniel!

viernes, 13 de agosto de 2010

PROTAGONISTA.

Se había cumplido su máximo sueño de actor.Le habían dado el papel protagónico donde interpretaba a el campeón mundial de boxeo en el mejor teatro.Ahora les demostraría a todos lo que es un gran campeón.
El día del estreno comenzó a agarrar al público a puñetazos.

7 comentarios:

Héctor Ugalde dijo...

¡JAJAJAJAJA! Veo que seguiste tu propia sugerencia que escribiste en los comentarios a mi relato. jeje :]
¡mUCHos salUCHos! :]

Unknown dijo...

Así es .
A veces al escribir un comentario se genera la inspiración para un relato.
De cualquier forma insisto que sería un espectáculo interesante en éstos tiempos tan violentos poner en escena una obra donde los actores pudieran darle aunque sea una buena entrada de cachetadas al público.

Maite dijo...

Es evidente que el boxeador te andaba rondando. Tu relato es un buen ejemplo de lo que pasa cuando uno aparenta ser lo que no es.

David Moreno dijo...

jajjajajaja
Me gustó Carlos, no me esperaba ese final. Buenísimo.

Un saludo indio

Unknown dijo...

Me privilegian todos ustedes con sus visitas,ya que soy admirador de sus relatos.
Y a Maite te hago saber que no está muy distante el deseo de un actor (aunque lo reprima claro), de vapulear al público,especialmente en el teatro donde los espectadores creen que el precio de un boleto les dá derecho a hacer ruido comiendo palomitas y otras golosinas,dar voces y pláticas cuando no gritarle alguna agresión a los actores.
En cuanto al box,siempre ha sido de mis deportes favoritos,incluso llegué a practicarlo como aficionado con buena fortuna de no salir demasiado golpeado,ahora solo lo veo por tele, pero queda en mis relatos como un tema constante, el box. Al igual que muchas diciplinas nos deja interesantes lecciones de vida.
Un cariñoso abrazo a todos.

Juan Vásquez dijo...

Está muy bueno el cuento, excelente idea y desarrollo!.

Unknown dijo...

Excelente interpretación la suya y excelente micro el tuyo.
Un biquiño maestro.

Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)


1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.


Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.