Carencias
A
ella le llevaba al cole su hermano mayor, por eso los lunes siempre se
le olvidaba el baby. Su padre decidió que tenía un pelo difícil y era
mejor llevarlo corto como un chico: no había nadie que pudiera hacerle
esas trenzas adornadas con esos lazos que lucían sus amigas. Incluso
salía de casa con los zapatos puestos al revés: no había nadie que le
pasara revista. Mientras todas sus compañeras regalaban caramelos en
sus cumpleaños, ella repartía palabras porque a su padre se le había
olvidado comprarlos. En las noches de luna nueva salía a la puerta a
esperar a que su madre volviera y así se hizo mayor y le creció la
melena y regaló caramelos pero aún sigue pasándose revista cuando sale
de casa: a menudo se descubre calzando los zapatos al revés.
Autora: Esperanza Temprano
Blog: Quisiera contarte
La gran carencia: no tener madre!
ResponderEliminarEs triste, pero sucede con mucha frecuencia. Saludos.
ResponderEliminarCarencias irremediables, irreemplazables.
ResponderEliminarBesos.
Pequeños detalles que marcan una vida. Un micro que toca.
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