25 de Mayo y San Martín: Esquina
estratégica con aires históricos, en cualquier pueblo o ciudad de mi país. Las
esquinas son románticas, misteriosas, puntuales. En ellas, se conjuran
amores, irrumpen señuelos, se pactan citas, se lloran olvidos, se desandan
caminos. Hoy, estoy en un Bar fueguino de altas vidrieras y mesas oscuras con
aroma a chocolate caliente. Su nombre, evoca el cordón montañoso que nos separa
y nos une como al cóndor del valle. Y, mientras de fondo suena alguna música,
miro tras los vidrios congelados y se me rompe el corazón porque sé que Tú, no
llegarás.
QUe si llegara, esta loca de...chocolate.
ResponderEliminarYa casi degustaba los churros con chocolate y acabó con la pobre chica plantada.Lograste un cuadro impecable de agridulces realidades.
ResponderEliminarQue palabras tan bonitas y que triste final, me ha gustado mucho. Te invito a pasarte por "misrelatosyesteblog", yo antes de quedarme sin ordenador era "el sastrecillo valiente", pero me he tirado muchos meses sin ordenador y a la vuelta he cambiado de identidad.
ResponderEliminarMe gustan siempre mucho tus micros.
Un saludo
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff!!!!!
ResponderEliminar"Cansado de ir cada noche a los mismos bares, buscándote aunque sé que no estás, que no voy a encontrarte..."
Tus palabras me tocan profundo, tu relato me dibuja tardes eternas, coloreadas apenas con la tristeza de lo permanentemente ausente...
Manouche!!!!
ResponderEliminarEl chocolate es riquísimo, Carlos. El saber que no llegará el que te ha prendado el corazón, es feo. Agridulce, nomás. Abrazos, amigo.
ResponderEliminar¡Gracias Cronista por tu lindo comentario! Espérame que llegaré.
ResponderEliminarSí, es feo esperar sin que lleguen. . .
ResponderEliminarSaludos Nicky
Ah la magia de los bares. Cueva de poetas y desolados.
ResponderEliminarHay rincones que abren rincones en el corazón.
ResponderEliminarEn las esquinas se encuentran muchas cosas. En Murcia "picoesquina".Saludos
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