El escritor está preocupado. No encuentra palabras para expresar lo que desea escribir.
Se encuentra paralizado, sin saber qué escribir. Piensa y piensa y rechaza y rechaza una y otra idea. Teme que los críticos, la gente, los conocidos, los desconocidos, todos, no comprendan lo que escribe.
Bueno, piensa, ¿por qué no simplemente escribir sobre lo que le pasa, su vida y sus preocupaciones?
Escribir libremente sin querer quedar bien con nadie. Tal vez, ni siquiera consigo mismo.
Escribir, simplemente escribir. Las palabras que le lleguen a su cabeza.
Así que escribe... Escribe y Escribe...
Son ya demasiadas palabras, y el microcuento parece novela.
El escritor está preocupado. No encontraba palabras y ahora todas las palabras lo encuentran a él.
Pues sí que muchas veces pasa eso, pero hay que superar el exceso y la escasez supongo!
ResponderEliminarMaría
Pasa y pasa. O sea, sucede pero se va.
ResponderEliminarConcuerdo.
ResponderEliminarA veces suceda, empezamos un relato corto, pensado para ser reducido y empieza a tomar forma en nuestra mente, a estirarse, a crecer.Los personajes dejan de obedecernos , empiezan a ir cada uno por su lado, como confabulando una historia que nos van dictando.
ResponderEliminarMe encanta esa sensación, son las veces que más se disfruta escribiendo porque creamos un mundo paralelo.
Un beso
Me encantó.
Rosa
Cuando quieras hazme una visita, te espero.
Literatura a vueltas.